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sábado, 30 de marzo de 2013

CULTURA LIBRE Y GRATUITA



Hernán Casciari o cómo matar al intermediario

Hernán Casciari es el escritor virtual más leído en habla hispana. En su etapa unplugged recibió el 1º Premio de Novela en la Bienal de Arte de Buenos Aires (1991) y el premio Juan Rulfo (París, 1998).

Desde el año 2000 está radicado en Barcelona, desde donde ha escrito una serie de blogonovelas pioneras en la literatura por Internet. Ha publicado las novelas ‘El pibe que arruinaba las fotos’ y ‘Más respeto que soy tu madre’, recopilación de la historia virtual ‘Los Bertotti’, bitácora elegida como la mejor del mundo por la cadena alemana Deutsche Welle, que adaptó al teatro (con gran éxito) Antonio Gasalla; y los libros de relatos ‘España, decí alpiste’ y ‘El nuevo paraíso de los tontos’.

Sus libros han sido traducidos a varios idiomas. Hasta septiembre de 2010, fue columnista de opinión en El País (España) y La Nación (Argentina), periódicos a los que renunció para embarcarse en un nuevo proyecto editorial propio: la Revista Orsai. En octubre de 2011 publicará, con su propia editorial, su último libro de relatos: ‘Charlas con mi hemisferio derecho’.

Fuente


 Poco antes de morir en enero de 1936, abrumado por las deudas y la enfermedad, escribió los que parecen ser sus últimos versos: “Para ti mi cadáver, reportero / mis anécdotas todas para ti. / Le sacas a mi entierro más dinero / que en mi vida mortal yo nunca vi”. 
                                                                   
                                                        Valle-Inclán

viernes, 29 de marzo de 2013

LA PRIMAVERA ÁRABE




"La primavera árabe", sus orígenes y consecuencias centraron la charla del fundador de WikiLeaks con el filósofo y lingüista estadounidense Noam Chomsky y con el historiador militar Tariq Ali en la nueva edición del programa 'Diálogos con Julian Assange' en RT.

La gran lección de la "primavera árabe"

Ambos invitados revelan sus impresiones sobre los mecanismos que activaron las revueltas populares en Oriente Próximo y analizan la repercusión de las mismas a nivel mundial. Así, Ali afirma que “la primavera árabe ha sido muy contagiosa” y hace hincapié en que estas revueltas populares “surgieron en una parte del mundo de la cual los comentaristas decían que allí la gente no estaba interesada en la democracia, que los musulmanes eran genéticamente hostiles a la democracia”.

No obstante, las protestas no solo brotaron sino que se extendieron a otras partes del mundo, incluso a los Estados Unidos, señala el historiador. “Fue la ocupación de la plaza de Tahrir en El Cairo lo que inspiró a los activistas de todo EE. UU., opina el experto, quien apunta que 'la primavera árabe' todavía “sigue siendo contagiosa de diferentes formas”. Por su parte, Chomsky opina que en Egipto sí “había gente preparada” para protestar y “para muchos era solo una posibilidad de empezar a hacer algo".

Sin embargo, Ali señala que “la velocidad y la magnitud de los levantamientos, realmente pilló a todo el mundo por sorpresa”. El historiador está convencido de que se habrían aplicado “unos mecanismos radicales” para detener las protestas, si estas hubieran sido predecibles. “Hubieran intentado detener a la gente, aplastar a la gente, torturar a la gente, meter a los activistas en la cárcel”, apunta. Pero todo se descontroló muy rápidamente y EE. UU. junto con otras potencias occidentales no pudieron detenerlo, dice el historiador. Los expertos señalan que la invasión de Libia fue un intento de Occidente de restablecer el control en la región.


Al mismo tiempo, los analistas entrevistados por Assange apuntan que en los países productores de petróleo del golfo Pérsico, tales como Arabia Saudita, Kuwait o los Emiratos, de los que EE. UU. es un antiguo y fiel aliado, “nunca ha estallado nada similar”. Estas naciones “se encuentran bajo un control férreo”, señala Chomsky, quien apunta que Occidente tiene “un plan de juego para cuando algunos de sus dictadores favoritos pierden la capacidad de gobernar.” En esta situación “lo que se hace es apoyarlos hasta el último minuto posible y cuando es imposible apoyarlos más el ejército se vuelve contra ellos, se consigue que la clase intelectual haga declaraciones rotundas sobre la democracia y luego se intenta restaurar el sistema antiguo en cuanto sea posible”.

Según Ali, la gran lección de estas revueltas consiste en que “la gente, las masas, se han dado cuenta de que para hacer un cambio hay que movilizarse y ser activos”.

“La democracia misma está teniendo problemas muy serios”

Esto es lo que opina Tariq Ali. “La democracia se está viendo cada vez más despojada de contenido. Es como un caparazón vacío”, señala, y apunta que “es lo que le enoja a la gente joven”, que pierde la fe en la democracia y piensa: “No importa lo que hagamos, no importa por qué votemos, nada cambiará”, de ahí salen todas estas protestas”. Somos testigos de un “ataque a las libertades civiles” que afecta la democracia, afirma el historiador. Ali aduce el ejemplo de la ley firmada por Obama que otorga al presidente estadounidense el derecho a autorizar el asesinato de un ciudadano norteamericano “sin recurrir a la ley para nada”.


Occidente debería adoptar los nuevos modelos políticos de Sudamérica

Noam Chomsky apunta que son las fuerzas populares preocupadas por sus sociedades las que tienen que crear sus propios modelos y no buscarlos. Y esto ya está pasando en América del Sur, asegura el lingüista, poniendo el ejemplo de Bolivia, donde “la parte de la población más reprimida en el hemisferio, la población indígena, se ha trasladado al ámbito político”. Chomsky asegura que los mismos procesos están sucediendo en Ecuador y, “hasta cierto punto”, en Perú.

Según el analista, “Occidente haría mejor en adoptar algunos aspectos de estos modelos rápidamente, antes de derrumbarse y acabarse". Asimismo Chomsky destaca “el importante avance hacia la independencia y la integración” que Sudamérica ha conseguido por primera vez desde que los conquistadores europeos llegaran al continente.

Por su parte, Tariq ratifica que “los cambios más significativos de las últimas décadas” provienen de Sudamérica, y el ambiente en países como Venezuela, Bolivia, Brasil “es totalmente distinto”. En estos países mucha gente dice : “Por primera vez nos sentimos de verdad independientes”, afirma el historiador.

A su vez, Chomsky señala que “no ha quedado ninguna base militar estadounidense en Sudamérica, que es un fenómeno que dice mucho.”

“No se rindan. Tengan fe. Sean escépticos”

Es el consejo universal que Tariq Ali da a los jóvenes de la nueva generación que quieren cambiar el sistema y son los protagonistas de los movimientos de protesta en todo el mundo. Ali incita a los jóvenes a ser activos, ya que en el caso contrario “nadie les pondrá nada en bandeja”.

 “Sean críticos con el sistema que nos domina a todos y antes o después, si no para esta generación, entonces para la siguiente, las cosas cambiarán”, señala esperanzado.

jueves, 28 de marzo de 2013

ÉXODO CRISTIANO EN IRAK



Irak: La guerra, una mentira y un resultado impreciso

Es probable que la mayor verdad que se haya dicho sobre la invasión estadounidense a Irak proviniera del ex primer ministro británico Tony Blair, quien admitió que sabía poco de ese país cuando secundó a Washington.

Una década, más de 111 mil civiles muertos, pugnas regionales, confesionales y un estado general de caos caracterizan hoy la situación de la antigua Mesopotamia, el país que de granero del mundo conocido entonces ha pasado a ser el escenario de una matanza sin fin, devenida monótona a pesar de su violencia.

El “misión cumplida” del presidente norteamericano de la época, George W. Bush, ha devenido objeto de burlas que despierta una sonrisa sardónica en los familiares de los casi cinco mil militares que Washington admite como bajas en una guerra que estaba programada para una semana y aún no termina, sino que amenaza extenderse.

Sin contar los “asesores civiles“, un invento diabólico que nunca ha fructificado y sólo ha servido para propiciar una corrupción que ha costado más de mil millones de dólares a los contribuyentes norteamericanos.

En términos internos, las rivalidades confesionales, que en Irak nunca alcanzaron los extremos, a diferencia de en otros países del área, han aflorado con una violencia que causa asombro.

Las áreas en las que residen musulmanes chiítas, y sus lugares sagrados, como la ciudad de Kerbala, son blancos cotidianos de ataques de una violencia nunca vista en ese país.

En el caso de los kurdos, las diferencias parecían resueltas con la creación de una región autónoma en el norte del país, pero no ha sido así: las autoridades de esa zona están abocadas a un conflicto con el Gobierno central por la posesión de tres provincias, Kirkuk, Mosul y Sulaimaniya, en las que existen grandes yacimientos de petróleo.

Además de ese conflicto con raíces étnicas y económicas, los iraquíes han devenido de personas orgullosas de su pasado, que presentaban ante el mundo como una herencia común, a un conglomerado marcado por regionalismos, como evidencian el conflicto con los kurdos y la rebelión en la provincia de Al Anbar, de mayoría sunita.

El signo más obvio del auge del confesionalismo está en el apoyo que recibe el primer ministro Nuri al Maliki de los residentes en la ciudad meridional de Basora, justo por donde llegaron las tropas estadounidenses y sus aliados británicos y españoles.

Además de una contradicción: la red Al Qaeda en Irak tiene hoy más fuerza y miembros de los que nunca pudo soñar bajo el régimen derrocado por la invasión y ocupación estadounidense.

La fragmentación ha llegado al extremo de que en los año 90 surgió la tesis de dividir el país en sultanatos, o lo que es igual, retornar al medioevo y olvidar una historia en la cual aparece con brillo propio la rebelión contra el colonialismo británico y el papel iraquí en la región como factor de contrapeso a Israel.

Es quizás en el ámbito regional donde hay que buscar otra contradicción entre los propósitos de las autoridades estadounidenses con si bien eliminó a Saddam Hussein y el Gobierno del Partido Baas, (las similitudes con los acontecimientos en Siria no son causales), permitió el fortalecimiento de la revolución islámica en Irán.

Es indudable que los muchos y costosos errores de Hussein dieron a Washington en bandeja de plata los pretextos, si falta hicieran, para eliminar al obstáculo que se le presentaba en el Levante de la época y, de paso, establecer su presencia militar en el Golfo Pérsico, un objetivo que hasta entonces le había sido esquivo.

Sin embargo, el despliegue de portaviones y las bases militares en países de la península arábiga es un esfuerzo económico agotador en las actuales condiciones económicas y de resultados imprecisos, como demuestra la resistencia de Irán a pesar de las severas sanciones en su contra y las inquietudes en varios países que le son afines.

Las autoridades persas han hecho saber que en caso del estallido de una agresión en su contra tienen la disposición, y la posibilidad militar, de bloquear el estrecho de Ormuz, el objeto del deseo para los estrategas estadounidenses, ya que por él transita el 35 por ciento del petróleo que alimenta las economías de las potencias occidentales.

Para colmo de desilusiones, Teherán y Bagdad han dado en los últimos meses señales de acercamiento, una pesadilla diplomática ya que crea un muro de contención a tener en cuenta para la política estadounidense en el sensible golfo Pérsico.

En ese contexto, y aparte las consideraciones políticas, está la devastación de un país cuya población sobrevive angustiada en un entorno marcado por la violencia, impuesta por una mentira: las armas de destrucción masiva que nunca existieron.

http://www.elespiadigital.com/index.php/tribuna-libre/1831-irak-la-guerra-una-mentira-y-un-resultado-impreciso


 “La Iglesia débil morirá, la Iglesia mártir vivirá para siempre

miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Y EL FIN DE AQUEL MUNDO?

 

 
El fin del mundo sí sucedió      
 
El fin del mundo sucedió de hecho. No ocurrió en un día específico, pero se ha extendido a lo largo de varias décadas. El mundo que ha desaparecido era un mundo donde la mayoría de los niños sabían cómo leer y escribir. Un mundo en el que admirábamos a los héroes y no a las víctimas.

Un mundo donde las máquinas políticas no se habían convertido en máquinas trituradoras de almas. Un mundo en el que teníamos más modelos de conducta que derechos. Un mundo donde uno podría entender lo que Pascal había querido decir cuando escribió que el entretenimiento nos distrae de vivir una vida humana real. Un mundo donde las fronteras salvaguardaban a aquellos que vivían su forma de vida y una vida propia.


Sí, ese mundo tenía sus defectos y a veces era un mundo horrible, pero la vida cotidiana de gran número de personas fue por lo menos regulada por una serie de significados proporcionados por puntos de referencia. A modo de recuerdo, ese era un mundo todavía familiar para muchos de nosotros. Algunos lamentamos su fallecimiento. Pero ese mundo nunca volverá.

El nuevo mundo es líquido. El espacio y tiempo han sido abolidos.

Despojado de su mediación tradicional, la sociedad se ha vuelto cada vez más y más fluida y más y más segmentada, lo que sólo facilita su reificación (1). Uno vive en ella a modo de “zapping”(2). Con la virtual desaparición de los grandes proyectos colectivos, que alguna vez fueron los portadores de diferentes visiones del mundo, la religión del Yo – un Yo basado en la libertad ilimitada del deseo narcisista, un Yo auto-generado de la nada se ha traducido en la desterritorialización de todos los ámbitos, que ahora va de la mano con la disolución de todos los puntos de referencia, lo que hace al individuo más y más maleable, más condicionable, cada vez más vulnerable y más y más nómada.
 
Bajo la excusa de la “modernización” emancipadora, “por más de medio siglo, la ósmosis ideológica ha tenido lugar entre la derecha económica y la izquierda multicultural” (Mathieu Bock-Côté), que engrana el liberalismo económico con el liberalismo social, el sistema de mercado con elementos marginales de cultura, todo ello debido principalmente al reciclaje mercantil de la ideología del deseo y la capitalización de la ruptura de las formas sociales tradicionales.
 
El objetivo general es la eliminación de las comunidades de significados que se niegan a operar de acuerdo a la lógica del mercado.


Mientras tanto, algunas transformaciones antropológicas reales han tenido lugar. Afectan a la relación con nuestro Yo, la relación con el Otro, la relación con el cuerpo, la relación con la tecnología. Mañana estas transformaciones nos pueden apresurar hacia el proyecto de fusión de la electrónica y el propio cuerpo vivo del hombre. Tan pronto como el afán de lucro se convierte en la única motivación, a expensas de todo lo demás, su resultado performativo es la generalización del espíritu mercantil, que a su vez convierte la ciudadanía en simples clientes.
 
 
Dentro de este contexto, la “corrección política” no es sólo un capricho pasajero y divertido, sino un poderoso medio para transformar el proceso de los pensamientos, restringir cada vez más el espacio común como generador de obligaciones recíprocas, y que sea imposible recuperar el mundo de los significados que ha desaparecido por ahora.


Por fin estamos siendo testigos de la aplicación de la “gobernanza”, una especie de cesarismo financiero que se reduce a gobernar a los pueblos, mientras que se les mantiene a raya. Por su parte, el Estado administrativo y terapéutico, siendo el distribuidor de la ingeniería social y actuando como Gran Supervisor, está trabajando en la eliminación de todas las barreras que separan el orden del caos. Afirma su poder sobre la realización de una perfectamente deliberada sub-caótica situación en contra del contexto de su propio avance hacia ninguna parte, y junto con una atemporalidad generalizada, creando así una situación de guerra civil fría.
 
La sociología de la víctima rechaza la noción misma de clase social, insertando en su lugar la denuncia de “exclusión” y la “lucha contra la discriminación”, así como una “ciencia” económica que concibe la noción de categorías de personas como una categoría residual. Al mismo tiempo, sin embargo, más que nunca, la lucha de clases pasa a estar en plena marcha.


En Europa, bajo el impacto de las políticas de “austeridad”, el proceso de caer en la recesión, si no es que en la depresión, está teniendo lugar. El desempleo masivo sigue creciendo, el desmantelamiento de los servicios públicos conduce a la reducción de los bienes sociales, mientras que el poder adquisitivo sigue disminuyendo. Una cuarta parte de la población europea (120 millones de personas) se encuentra hoy amenazada por la pobreza.
 
 
En el pasado, se llevaron a cabo revoluciones por mucho menos que eso. Hoy en día, no existe tal cosa. Outsourcing, paros, traslados industriales, despidos laborales abusivos y las llamadas “reestructuraciones sociales” pueden sin duda desencadenar protestas sociales, pero en ningún lado cercano al horizonte hay huelgas de solidaridad, mucho menos huelgas generales. La misma preocupación de mantener el propio trabajo no tiene otro propósito que la suya. ¿Por qué la crisis se tolera pasivamente? ¿Las naciones están tan exhaustas, tan deslumbradas, tan desconcertadas? ¿Han aceptado la idea de que no hay otra alternativa? Las naciones viven bajo el horizonte de la fatalidad.
 
 
Todo el mundo espera que algo suceda. Pero no va a suceder, porque el capitalismo, con toda objetividad, está alcanzando ahora sus límites históricos absolutos.


Estamos viviendo una crisis de una magnitud absolutamente sin precedentes y que afecta al sistema capitalista en un nivel de acumulación y productividad que nunca se ha llegado antes. Las crisis del siglo XIX se podrían superar ya que el capital aún no se había apoderado enteramente de los medios de reproducción social. La crisis de 1929 fue superada por el fordismo, las regulaciones keynesianas y la Segunda Guerra Mundial.
 
La crisis actual, que se produce actualmente en el contexto de la tercera revolución industrial, es una crisis estructural, encabezada por el empoderamiento total de los mercados financieros sobre la economía real y además plagado por deuda pública generalizada.


Una de sus consecuencias directas es la entrega del poder político a los representantes de Goldman Sachs y Lehman Brothers. Pero ninguno de estos puede resolver el problema, porque no hay ningún mecanismo de este tipo capaz de superar la crisis actual. Las burbujas financieras, el crédito estatal y la impresión de dinero, es decir, la creación de capital-dinero ficticio, ya no puede resolver el problema de la pérdida de la sustancia capital. Ante la falta de crecimiento real, y sin importar si se mueve hacia una inflación incontrolable o hacia un pago público general predeterminado, o si se mueve hacia una inflación incontrolable, la crisis de solvencia actual (que ahora está siendo tratada como una crisis de liquidez) – todo esto va a terminar en un terremoto.


En un tiempo como el nuestro, hay cuatro tipos de personas. Están aquellos que conscientemente desean hundirse más y más en el caos y la oscuridad. Hay quienes, lo quieran o no, siempre están dispuestos a soportar cualquier cosa. Luego están también los dinosaurios de derecha que viven alrededor de la situación actual a modo de lamento. Desde lloriquear hasta las conmemoraciones, se imaginan que pueden traer de vuelta el viejo orden, lo que explica sus constantes derrotas.


Pero también hay quienes anhelan un nuevo comienzo. Los que viven en la oscuridad, pero no son de la oscuridad, es decir, aquellos que se esfuerzan por resucitar la luz. Los que saben que más allá de lo real, también existe la posibilidad. A ellos les gusta citar a George Orwell: “En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario.”
                                                                         Alain de Benoist
                                 
 Filósofo y escritor francés. Director de la revista Krisis
 

NOTAS
(1) Degradar a seres humanos transformándolos en cosas o mirándolos como si fueran cosas.
(2) Es el acto de saltar programación o canales en la televisión
 
Fuente: El Ministerio

martes, 26 de marzo de 2013

PERSONA E INDIVIDUO

 


"Hay individuos que han dejado de ser personas"

                                                                                                                                                                J. Maritain

Para saber cómo ambos conceptos son influidos o influyen en la sociedad y sus sistemas políticos, económicos, sociales, etc., conviene conocer la entidad de cada uno.

El individuo es portador de la persona y aunque ambos son uno, la duplicidad del nombre no es en vano; cada cual tiene función y significado propio.

El individuo es la parte material y visible de la persona; ésta, la persona, es la parte invisible, que se manifiesta cuando ese individuo pone en marcha y hace patente el potencial físico y psíquico que posee, como es la expresión de sus cinco sentidos, la de su pensamiento, la de su carácter, la de su temperamento…El individuo es el continente y la persona el contenido; aquél es el mástil; ésta, la insignia, el lema.

Es decir, que ambos conceptos, individuo y persona, integrantes de esa unicidad que es el ser humano, deberían permanecer inextricablemente unidos ante cualquier intento externo de separación, manipulación o uso indebido de su identidad.

¿Es o ha sido ello cierto? No. A través del ventanal de la Historia vemos cómo los sistemas políticos y económicos que se han sucedido en aquélla han destruido muchas veces esa unidad de potencia humana que forman individuo y persona, para, desnudando a ésta de aquel, convertir una parte, el individuo, en mera cifra estadística o contable, quedando la otra, la persona, en un limbo o reducida por una camisa de fuerza y a la fuerza en un jaula, que puediera ser hasta de oro.

Para esos sistemas, la persona es el riesgo y el individuo la renta. Destruida la unicidad que forman ambos, la persona se convierte en ganga desechable y el individuo en grano de cereal que moler para convertirlo en una masa moldeable. El individuo es así un zombi, sin pensamiento, sin sentido y sin voluntad.

 Es ese ser que va erguido por la calle porque está en sus genes pero que bien pudiera marchar a cuatro patas en cuanto fuera consciente de la pérdida de su personalidad. Evocando un decir popular, a poco que se mire o palpe se sentiría como un bulto sospechoso deambulando por la rúa.

Eso han logrado los sistemas político-económicos que venimos anunciando; eso han conseguido el capitalismo y el comunismo, dos cara de una misma moneda, capaces de descoyuntar tal ser compuesto de cuerpo y espíritu que es el hombre.

Llegados aquí, sabido y sufrido esto, otra vez más es el momento de gritar ¡revolución!. Esa palabra que en muchos momentos de la Historia, el hombre ha levantado como una tea encendida para quemar el templo de los ídolos materiales que lo han sojuzgado y tenido a sus pies como un esclavo, pasmado ante el brillo del oro y los diamantes.

Sabemos dónde está su fuerza, en el individuo-persona, indivisible e imbatible como una fortaleza en la que dentro está el señor, el hombre, que los integra y cuyo pendón tremola en las almenas con una leyenda: “Soy portador de valores eternos”.

Hemos hablado de sistemas en la Historia. Todos han fracasado en el único fin y objetivo para el que debieron concebirse: el hombre y su dignidad, que deben sostenerse en la sociedad sobre el individuo-persona, entidad indisociable.

¿Podrá existir algún día el Sistema Personalista, que viene anunciándose de tiempo atrás, basado en la persona como célula y unidad básica de un nuevo orden político, económico y social.

                                              Pedro Conde Soladana         

         http://www.agorahispanica.es/2011/12/13/individuo-y-persona/

lunes, 25 de marzo de 2013

LA BUENA MUERTE



La Legión ya custodia a su Cristo de la Buena Muerte en Málaga

Una de las estampas con mayor impronta de la Semana Santa española comienza hoy en Málaga. La Legión con su Cristo de la Buena Muerte. Sucederá hoy de las 16.00 a las 18.30 horas, cuando se abrirán las puertas de la capilla de la iglesia de Santo Domingo a los ciudadanos para dar comienzo a la primera de las guardias de honor de las escuadras de gastadores de La Legión al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, de la conocida como Cofradía de Mena.

La misma imagen se repetirá mañana, el martes y el miércoles de 10.00 a 13.30 y de 16.00 a 19.30 para que el jueves comience el tradicional traslado del Santísimo Cristo de la Buena Muerte por las calles de Málaga y su posterior desfile procesional (19.50h.).
En total, unos 200 legionarios participarán en la procesión y los actos de la Congregación el Jueves Santo: compañía de honores, banda de guerra, banda de música, comisiones, representaciones, escuadras de gastadores y guiones.

Sin «marines» de EE.UU.

Esta Semana Santa en los que finalmente no participarán militares de otros países, como los «marines» de EE.UU., una posibilidad que existía tras la procesión del Cristo de la Buena Muerte en la Jornada Mundial de la Juventud en agosto del año pasado en las calles de Madrid.

Tal procesión, con la presencia del Sumo Pontífice Benedicto XVI, dio la vuelta al mundo, llegándose a interesar otras Fuerzas Armadas por la vinculación de la Cofradía de Mena con la Legión. Sin embargo, finalmente no se ha materializado dicha participación extranjera.

Uno de los principales atractivos del Jueves Santo de Málaga es comprobar cómo la banda de guerra del Tercio 3º «Don Juan de Austria» III de La Legión y la banda de música de la Brigada de la Legión, con sede en Viator (Almería) cantan ininterrumpidamente «El Novio de la Muerte», una pieza de cuplé de José Costa convertida en canción de La Legión, que muchos confunden con el himno de La Legión («La canción del legionario»).

"Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que ahora, están dispuestos a creer en todo."
                                                 GK.Chesterton

domingo, 24 de marzo de 2013

PATRIA GRANDE

 
 
América hispánica: la larga marcha hacia la unidad
 
Este interesantísimo texto que publicamos es una versión extendida de la entrevista que, en versión reducida, ha sido publicada por la revista parisina Nouvelle Revue d'Histoire [65, marzo-abril 2013].
 
Arnaud Imatz : Hispanoamérica ha sido siempre objeto de ambiciones por parte de las grandes potencias.
 
Uno de los primeros ejemplos de injerencia de vasta envergadura es el sitio de Cartagena de Indias en 1741, donde el almirante vasco Blas de Lezo rechaza los sucesivos asaltos durante tres meses de una armada anglo-norteamericana de 180 navíos y 24.000 hombres, comandado por el almirante Vermon ayudado por el medio hermano del futuro presidente de los Estados Unidos, Lawrence Washington.
 
Entre 1806 y 1807 los habitantes de Buenos Aires sufren dos invasiones inglesas que son rechazadas. En 1833 los británicos ocupan por la fuerza las islas Malvinas. Así mismo los años 1820-1830 están marcados por el comienzo del expansionismo norteamericano. México por citar solo un caso, se ve obligado a ceder el 50% de su territorio entre 1836 y 1848...

Luego de dos siglos de intervenciones anglosajonas, un buen número de historiadores hispanoamericanos comienzan a interrogarse sobre los orígenes de las naciones iberoamericanas y a cuestionar los análisis convencionales de las largas y sangrantes guerras de la independencia (1810-1825), engendradas por la ocupación francesa de España y por las olas revolucionarias europeas.

¿Comparte Ud. la interpretación clásica según la cual se trata antes que nada de «guerras de liberación nacional »?

¿O a la inversa, ve Ud. en ellas resistencias criollas y populares (a menudo, con el apoyo de la mayoría negra e india) contra la secesión hispanoamericana?

¿O en otros términos, guerras civiles intra-americanas financiadas por los ingleses que buscaban la destrucción del Imperio español en beneficio del Imperio británico y del mundo anglosajón?

Alberto Buela: La guerra de la Independencia americana respecto de España fue una «guerra civil» alentada por los ingleses para quebrar el imperio español en América y así sacar provecho comercial de todo ello. Y así ocurrió y así sigue ocurriendo, ¿o acaso los ingleses no siguen instalados cómodamente en territorios propios como Malvinas, Belice y Guyana, así como en todos nuestros gobiernos trabajando de asesores o formando grupos de presión?

Afirmamos que fue una guerra civil porque en ambos lados hubo españoles, criollos, negros e indios. Es más la población indígena estuvo mayoritariamente del lado español.

Pensar la guerra de la Independencia americana como una guerra de liberación es una de las tantas falacias a las que nos han sometido «los productores de sentido» de las cosas que ocurren en este mundo.

Antes de seguir con esta entrevista me parece importante aportar algunas precisiones semánticas. Para designar América central y del sur y a sus habitantes, los autores europeos tienen por costumbre utilizar los términos de América Latina y latinoamericanos, dejando reservado el término Americano para los estadounidenses. Ud. rechaza absolutamente estos conceptos y prefiere usar los de América hispana y hablar de hispanoamericanos, o bien de América ibérica y de iberoamericanos. ¿Por qué?
 

Primero, y antes que nada, porque propiamente hablando, latinos son sólo los habitantes del Lacio en Italia. Segundo, porque el concepto de latinidad es una creación ideológica de Michel Chevallier, el economista, consejero de Napoleón III, para intervenir con legitimidad en la América española.

Y tercero, porque lo latino no nos define a nosotros, que no somos «ni tan españoles ni tan indios» sino hispano-criollos. Producto de una cultura de síntesis o simbiosis entre dos cosmovisiones que se han imbricado produciendo al hombre americano actual. Nosotros, los criollos, como muy bien afirma el historiador chileno Pedro Godoy somos el hombre genuinamente originario de América.

Nuestra deuda con Europa es grandísima (lengua, religión, instituciones) pero nuestra matriz, nuestro genius loci (clima, suelo y paisaje) es América. Y esto no debemos olvidar. Nosotros pensamos y vivimos desde América.

Leer + artículo completo  http://www.patriasindicalista.es/ps_0471.htm