TRADUCTOR

sábado, 21 de septiembre de 2013

ASÍ SE ESCLAVIZA A LOS PUEBLOS



Lloriqueos olímpicos

Un emblema sobrecogedor del grado de alienación y gregarismo que han alcanzado los pueblos nos lo brindaba el otro día la Puerta de Alcalá, con una muchedumbre que lloriqueaba porque la candidatura olímpica de Madrid había vuelto a ser rechazada por los zampones del COI.

Contemplando un espectáculo tan pavoroso, uno entiende que el napalm de la propaganda ha destruido por completo nuestras meninges, hasta reducirlas a fosfatina; y que tal destrozo ya no admite otra cura que no sea de orden sobrenatural. 

Porque esa gente que lloriqueaba en la Puerta de Alcalá lleva muchos años siendo expoliada en sus ahorros, sangrada en sus salarios, despojada de sus pensiones y de sus becas, para financiar esa estúpida candidatura que por enésima vez ha sido rechazada; y lo más trágico es que, mientras vivamos, seguiremos siendo expoliados, sangrados, despojados para pagar la mastodóntica deuda que esa estúpida candidatura ha generado durante más de una década. Y, cuando muramos, exprimidos como el hollejo de una uva tras el paso por el lagar, nuestros descendientes seguirán pagándola, de generación en generación.

¿Estúpida candidatura, hemos escrito? Bueno, según para quién. Porque todo ese ingente dineral que se ha dedicado absurdamente a construir pabellones deportivos, saqueando el erario municipal, ha llenado los bolsillos de contratistas, comisionistas y politiquillos, que disparaban con pólvora del rey (o, dicho más exactamente, de sus súbditos). Y, mientras estos pajarracos se llenaban los bolsillos, pegando pelotazos por doquier y llenando Madrid de adefesios arquitectónicos, a los pobres paganos arrasados por el napalm de la propaganda nos repetían sin cesar que la celebración de las Olimpiadas traería la prosperidad a Madrid, y por extensión a España entera. Y así, con este cuento de la lechera, nos han estado vaciando durante más de una década las carteras, para que luego, en el colmo de la alienación y el gregarismo, acudamos a lloriquear a la Puerta de Alcalá.
Así se esclaviza a los pueblos.
Pero lo peor no es que hayan estado birlándonos la cartera durante más de una década; lo peor no es que hayan llenado Madrid de adefesios arquitectónicos, mientras se forraban de comisiones; lo peor no es que hayan saqueado el erario público, condenando a nuestros descendientes. Lo peor es que, entretanto, nos han convertido en una papilla humana sin arrestos ni pundonor, esterilizada para el esfuerzo vital, que cifra su recuperación económica en la celebración de unas Olimpiadas en Madrid, o en la construcción de un putiferio o timba en Alcorcón, o en otras presuntas bicocas de semejante calaña. 
Cuando lo cierto es que tales presuntas bicocas están pensadas para que, al mismo tiempo que unos pocos pegan pelotazos, los pueblos se hundan primero en la desidia, abandonando las nobles y laboriosas tareas a las que se dedicaron sus padres, mientras esperan que les llegue la bicoca; y luego, si la bicoca finalmente llega (cosa, por lo demás, improbable), para que los pueblos primeramente hundidos en la desidia —sin ganas ya de labrar la tierra, amasar el pan o forjar el hierro— se consuelen aceptando los trabajos de hormiguero —trabajos de temporada, mal remunerados y degradantes— que las presuntas bicocas generan.
Y esto es lo peor de todo: que, a la vez que nos saqueaban sin rebozo, han logrado degradarnos hasta convertirnos en un rebaño genuflexo que aguarda la limosnilla de unas Olimpiadas, un putiferio o una timba. Y que, cuando finalmente la limosnilla no llega, lloriquea y hace pucheritos, desconsolado.
Fuente
abc.com                                                 Juan Manuel de Prada       

viernes, 20 de septiembre de 2013

ESPAÑA EN VENTA



El gobierno vende España al mejor postor…

En otros tiempos eso de “vender el país” era una forma de hablar, de expresar una traición. Ha tenido que llegar al gobierno un partido que se vende como patriota –al menos en tiempo de elecciones– para que esa expresión se convierta en desgraciada realidad.

El Gobierno de Mariano Rajoy está vendiendo buena parte de la herencia nacional para apuntalar las cuentas del Estado, intentando contener un déficit desmesurado.

Para hacer frente a sus dificultades financieras, el Gobierno está llevando a cabo la venta de cerca de la cuarta parte de su patrimonio público, unos 15.000 bienes de todo tipo: desde grandes edificios a fincas de gran valor ecológico, tal y como ha informado el diario francés Le Monde.

Este Plan se llevará a cabo en los ejercicios 2013, 2014 y 2015. Entre los activos públicos a liquidar, que abarcan desde importantes edificios de las más bellas calles de Madrid a terrenos no urbanizables junto a autopistas y vías ferroviarias, viviendas, oficinas, solares, locales comerciales, fincas rústicas, edificios industriales, garajes y trasteros, inmuebles asistenciales y edificios singulares. Una de las joyas de este gran mercadillo público de más de 15.000 propiedades es el edificio de la sede de la CNMV en el Paseo de la Castellana de Madrid y otra es el fabuloso dominio de la Almoraima, en Andalucía.

La Almoraima es una joya, única en Europa. Cubre más de 14.000 hectáreas y aproximadamente el 90% pertenece al parque natural de Los Alcornocales, uno de los ejemplos más espectaculares del bosque mediterráneo primario. Se extiende desde la punta de Tarifa, en la costa sur, hasta la Sierra de Grazalema, a unos cien kilómetros al norte, 170.000 hectáreas del parque que también cuenta con la mayor formación de alcornoques en la Península Ibérica. Ahora gracias a otro alcornoque va a pasar del dominio público al privado.

 Y venderían hasta a su madre para permanecer en el sillón. Por una parte se hacen los ecologistas denunciando la política de los gibraltareños y por el otro venden un parque natural. Distinto rasero, señores y con la paradoja de que precisamente el peñón de Gibraltar es una de las estribaciones costeras de Grazalema, unidad a la que también pertenecen Los Alcornocales.

Fuente

jueves, 19 de septiembre de 2013

LA ANESTESIA MORAL



La raza del hombre fugaz

Resulta conocido por todos el tipo de acción corrosiva que han ejercido en los últimos años acontecimientos de final de guerra y de posguerra en los ánimos de las personas, y entre nosotros en Italia ello es más visible que en otras partes. 

A pesar de sus exageraciones un libro como La piel de Malaparte es todo un documento de ello. El belga Christian Beltroux ha recientemente publicado un ensayo sumamente interesante dirigido a señalar verdaderas y propias variaciones psicopatológicas del tipo humano del período actual, variaciones generales y uniformes rastreables por todas partes entre los pueblos europeos y en especial en los de Estados Unidos de América, todos los cuales debido a su alcance nos permiten hablar ya de una raza nueva: la raza del hombre fugaz.

Las constataciones de Beltroux relativas al dominio más visible son sumamente obvias. Para caracterizar en modo general al nuevo tipo de posguerra podemos hablar sobre todo de una “anestesia moral”. 

La preocupación por “no perder la cara”, es decir el sentido elemental de respeto hacia sí mismo, ha casi desaparecido. Pero aclaremos de cualquier modo que no es que anteriormente fuera posible discernir en todos la existencia de un “carácter”. Lo que sucedía antes era que aun en aquellos que no lo tenían subsistía sin embargo el sentido de aquello que ellos habrían debido ser y lo que un tipo humano normal es en modo general. Y bien, justamente esto es lo que está faltando en un gran número de personas: éstas se han hecho lábiles, oblicuas, sin forma, fugaces. Ya carecen de una medida. Su sensibilidad moral se encuentra totalmente “anestesiada”. Más aun, respecto de ciertos principios, de una exigencia de coherencia, de mantenimiento de una determinada línea de comportamiento, ellos muchas veces manifiestan un rechazo casi histérico.

Por lo demás, la mencionada inconsistencia no se refiere a aquellos problemas éticos superiores que no se presentan en cada momento a las mayorías. Ella es característica incluso en las cosas más simples de la vida común. Se trata por ejemplo de la incapacidad de mantener un compromiso, de cumplir con la palabra empeñada, con la dirección ya emprendida, con un determinado propósito. Con respecto a todo lo que vincula, que implica algún tipo de compromiso respecto de sí, el tipo en cuestión siente un rechazo mayúsculo. Es decir: él dice una cosa, pero luego hace otra, rehuye el compromiso, y le resulta algo muy natural comportarse de tal manera. Incluso llega a asombrarse cuando alguien se sienta molesto por ello y se lo eche en cara.

El hecho de que tal actitud ya se encuentre generalizada resulta una cosa sumamente preocupante. En los tiempos últimos la misma ha hecho presa en estratos sociales en los cuales hasta el día de ayer predominaba una línea sumamente diferente: entre la aristocracia y el artesanado. 

La huida del compromiso, la promesa hecha pero luego no mantenida, la falta de puntualidad, la evasión aun en las cosas pequeñas, es todo ello que se ha convertido aquí en algo demasiado frecuente. Y vale la pena señalar un punto muy importante: esto no es hecho de manera conciente y deliberada, sino que se ha convertido casi en un hábito inconsciente. Se es así porque no se puede ya ser de otra manera, más aun muchas veces se lo es en contra del propio beneficio, en razón de una verdadera claudicación interior. Es por tal vía que muchos a los que ayer creíamos vanamente conocer bien y que eran nuestros amigos, hoy se han hecho irreconocibles. Podría decirse que se trata aquí de un hecho ‘existencial’ que resulta más fuerte que ellos mismos y de lo cual muchas veces ni siquiera se dan cuenta.

Beltroux ha tratado de seguir tal fenómeno en sus repercusiones a nivel de la estructura psicológica. El “hombre de la raza fugaz” acusaría una verdadera y propia alteración psicológica. 

Son utilizadas aquí las relaciones ya expuestas por Weininger entre eticidad, lógica y memoria. Las tres cosas en un tipo normal y derecho se encuentran intrínsecamente unidas puesto que el carácter expresa aquella misma coherencia interna que se manifiesta también en el rigor lógico y aquella unidad que permite acordarse, mantenerse en una memoriosa y conciente unidad con nuestro pasado. De acuerdo a Weiniger justamente esta unidad de las facultades caracteriza la psicología masculina frente a la femenina, la cual es en cambio fluida, poco lógica, incoordinada, hecha de impulsos más que de rigor lógico y ético.

Y bien, a tal respecto el “hombre de la raza fugaz” aparece como más mujer que hombre. Ulteriores rasgos suyos característicos de tipo psicológico que operan como contraparte de la “anestesia moral”, son la disminución de la memoria, la facilidad con la cual uno se olvida, la dificultad en concentrarse, muchas veces incluso de seguir un razonamiento preciso, la distracción, el pensar discontinuo. Todo esto son visiblemente los efectos de una parcial disgregación que del plano de los principios y del carácter han pasado a repercutir en el de las facultades psíquicas en sí mismas.

Por un lado el fenómeno del colapso que ha sucedido a una prolongada tensión (la que a muchos les impuso la guerra), por el otro, el derrumbe de los valores y de los ideales en los cuales hasta ayer se creyó: éstos son para Beltroux dos de los factores que, además de los generales propios de toda posguerra, han propiciado la formación del tipo fugaz. 

De cualquier manera, el fenómeno lamentablemente es real, y cada uno de nosotros puede corroborarlo mirando a su alrededor. La constatación no es por cierto edificante. Los tiempos que se están preparando no son propiamente aquellos en los que pueblos, en los cuales una tal característica ha sabido difundirse y asumir rasgos casi constitutivos, puedan estar a la altura de ellos mismos. 

Esperemos que algún enérgico proceso restaurador y profiláctico tenga lugar antes de que sea demasiado tarde.
                                                                       
                                                                    Julius Evola
Fuente                                                                           Roma, 3 de febrero de 1951.
centrostudilaruna                                                                               

miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL FIN DEL PODER ÚNICO...



Alexander Dugin sobre Siria: Estamos en la mayor crisis de la historia geopolítica moderna

Entrevista al importante intelectual ruso Aleksandr Dugin sobre la crisis siria y la posición en la que se encuentran actualmente Estados Unidos y Rusia, resaltando que vivimos en un momento histórico en que se juegan bastante cosas con dos posibles escenarios futuros: La caída de Estados Unidos como superpotencia o una guerra a las puertas de Rusia.

Manuel Ochsenreiter: Prof. Dugin, en estos momentos el mundo se enfrenta en Siria la mayor crisis internacional desde la caída del Bloque Oriental en 1989/90. Washington y Moscú se encuentran en una confrontación a través de terceros en el campo de batalla sirio. ¿Es esta una nueva situación?

Dugin: Tenemos que ver la lucha por el poder geopolítico como el viejo conflicto del poder terrestre, representado por Rusia, y el poder del mar, representada por los Estados Unidos y sus socios de la OTAN. Esto no es un fenómeno nuevo, sino que es la continuación de la vieja lucha geopolítica y geoestratégica. La década de los 90’s fue la época de la gran derrota del poder terrestre representado por la URSS. Michail Gorbachov se negó a la continuación de esta lucha. Esto era una especie de traición y resignación frente al mundo unipolar. Pero con el presidente Vladimir Putin a principios de la primera década del 2000, llegó una reactivación de la identidad geopolítica de Rusia como una potencia terrestre. Este fue el comienzo de un nuevo tipo de competencia entre el poder del mar y el poder terrestre.

 ¿Cómo empezó esta reactivación?

Todo comenzó con la segunda guerra de Chechenia (1999-2009). Rusia en ese momento estaba bajo presión por los ataques terroristas chechenos y el posible separatismo del Cáucaso Norte. Putin tuvo que darse cuenta que todo Occidente, los EE.UU. y la Unión Europea estaban del lado de los separatistas chechenos y terroristas islámicos que combatían contra el ejército ruso. Este es el mismo argumento que presenciamos hoy en Siria o ayer en Libia. Occidente dio el apoyo a la guerrilla chechena, y este fue el momento de la revelación del nuevo conflicto entre el poder terrestre y el poder marítimo. Con Putin, el poder terrestre se reafirmó. El segundo momento de la revelación fue en agosto de 2008, cuando el régimen prooccidental de Georgia atacó Zchinwali en Osetia del Sur. La guerra entre Rusia y Georgia fue el segundo momento de la revelación.

¿La crisis siria es actualmente el tercer momento de la revelación?

Exactamente. Tal vez sea incluso el último, porque ahora todo está en juego. Si Washington no interviene y acepta la posición de Rusia y China, este sería el final de los Estados Unidos como candidato a superpotencia y poder único. Esta es la razón por la cual creo que Obama va a llegar lejos en Siria. Pero si Rusia se hace a un lado y acepta la intervención de Estados Unidos, y si Moscú finalmente traiciona Bashar al-Assad, esto significaría de inmediato un golpe muy duro a la identidad política rusa. Esto significaría la gran derrota del poder terrestre. Después de esto, un ataque a Irán le seguiría, e incluso en el Cáucaso Norte. Entre los poderes separatistas en el Cáucaso Norte hay muchas personas que son apoyados por las potencias Anglo-Americana, Israel y Arabia Saudita. Si Siria cae, comenzarán inmediatamente la guerra en Rusia, nuestro país. Significado: Putin no puede hacerse a un lado, no puede renunciar a Assad, porque esto significaría el suicidio geopolítico de Rusia. Tal vez estamos en este momento en la mayor crisis de la historia geopolítica moderna.

Así que ahora ambas potencias mundiales dominantes, EE.UU. y Rusia, están en una lucha por su existencia futura…

En efecto. Por el momento no hay ninguna otra solución posible. No podemos encontrar ningún tipo de compromiso. En esta situación no hay una solución que satisfaga a ambos lados. Lo sabemos por otros conflictos como el armenio-azerí o el conflicto palestino-israelí. Es imposible encontrar una solución para ambas partes. Somos actualmente testigos de lo mismo en Siria, pero en una escala más grande. La guerra es la única manera de hacer una revisión de la realidad.

Tenemos que imaginar este conflicto como un tipo de juego de cartas como el póker. Los jugadores tienen la posibilidad de ocultar sus capacidades, para hacer todo tipo de trucos psicológicos, pero cuando comienza la guerra todas las tarjetas están sobre la mesa. Ahora estamos presenciando el momento final del juego de cartas, antes de que las cartas se tiren sobre la mesa. Este es un momento muy serio, porque la posición como potencia mundial está en juego. Si Estados Unidos tiene éxito, podría otorgarse por algún tiempo una posición dominante absoluta. 

Esta sería la continuación de la unipolaridad y el liberalismo mundial estadounidense. Este sería un momento muy importante porque hasta ahora los EE.UU. no han sido capaces de implementar su dominio de forma estable, pero en el momento en que ganen la guerra, lo harán. Pero si Occidente pierde la tercera batalla (la primera fue la guerra de Chechenia, la segunda la guerra de Georgia), este sería el final de los EE.UU. y su dominio. Veamos lo siguiente: ni EE.UU. ni Rusia pueden renunciar a esa situación. Sencillamente, es imposible para ambos no reaccionar.

¿Por qué vacila Estados Unidos y el presidente Barack Obama con su agresión contra Siria? ¿Él apela la decisión del Congreso? ¿Por qué pedir permiso cuando no lo necesita para su ataque?

No debemos cometer el error y empezar a hacer análisis psicológicos sobre Obama. La guerra principal se lleva a cabo en estos momentos entre bastidores. Y esta guerra se está librando en torno a Vladimir Putin. Él está bajo una gran presión de los funcionarios liberales, pro-estadounidenses y pro-israelíes que rodean al presidente ruso. Ellos tratan de convencerlo de hacerse a un lado. La situación en Rusia es completamente diferente a la situación en Estados Unidos. Un individuo, Vladimir Putin, y la gran mayoría de la población rusa que lo apoya, están en un lado, y la gente alrededor de Putin son la quinta columna de Occidente. Esto significa que Putin es el único. Él tiene la población a su lado, pero no a la élite política. Así que tenemos que ver la decisión de la administración de Obama de pedir permiso al Congreso una especie de espera. Ellos tratan de forzar la presión sobre Putin. Ellos usan todas sus redes en la élite política rusa de influir en la decisión de Putin. Esta es la guerra invisible que está pasando en estos momentos.

¿Es este un fenómeno nuevo?

(Risas) ¡No, en absoluto! Es la forma moderna de las tribus arcaicas que tratan de influir en el jefe del enemigo con ruidos fuertes, gritos y tambores de guerra. Ellos se golpean en el pecho para imponer el miedo en el enemigo. Creo que los esfuerzos de los Estados Unidos para influir a Putin son una forma moderna de guerra psicológica previa a la batalla real. La Administración estadounidense tratará de ganar esta guerra sin el oponente ruso en el campo de batalla. Para ello tienen que convencer a Putin de hacerse a un lado. Ellos tienen muchos instrumentos para hacerlo.

Pero una vez más: ¿Qué pasa con la posición de Barack Obama?

Creo que todos esos aspectos personales en el lado estadounidense son menos importantes que en el lado ruso. En Rusia, una persona decide hoy sobre la guerra y la paz. En Estados Unidos,  Obama es más un tipo de administrador burocrático. Obama es mucho más predecible. Él no actúa en su nombre, sino que se limita a seguir la línea central de la política exterior estadounidense. Tenemos que darnos cuenta de que Obama no decide nada en absoluto. Él es la figura de un sistema político que hace que las verdaderas decisiones importantes. La élite política toma las decisiones, Obama sigue el guión escrito para él. Para decirlo claramente, Obama no es nada, Putin es todo.

Usted dijo Vladimir Putin tiene la mayoría de la población rusa de su lado. Pero ahora es época de paz. ¿Le apoyarán también en una guerra en Siria?

Esta es una pregunta muy buena. En primer lugar, Putin perdería gran parte de su apoyo si no reacciona en una intervención occidental en Siria. Su posición se debilitaría por hacerse a un lado. Las personas que apoyan a Putin lo hacen porque quieren apoyar a un líder fuerte. Si no reacciona y hace a un lado debido a la presión de Estados Unidos, sería considerado por la mayoría de la población como una derrota personal de Putin. Así que ya lo ves, esto es más la guerra de Putin que la guerra de Obama. 

Pero si interviene en Siria se enfrentará dos problemas: La sociedad rusa quiere ser una gran potencia mundial, pero no está lista para pagar los costos. Cuando el volumen de estos costos queden claros, esto podría causar una especie de shock para la población. El segundo problema es lo que ya he dicho, que la mayoría de la élite política es pro-occidental. Ellos se opondrían a la guerra de inmediato y comenzarían con su propaganda para criticar las decisiones de Putin. Esto podría provocar una crisis interior. Creo que Putin es consciente de estos dos problemas.

Cuando usted dice que los rusos pueden ser sorprendidos por los costos de una guerra, ¿no existe el peligro de que no pudieran apoyar Putin por esa razón?

No lo creo. Nuestra gente es muy heroica. Vaya hacia atrás en la historia. Nuestro pueblo no estaba preparado para entrar en una guerra, pero cuando se vieron obligados a hacerlo, ganaron la guerra a pesar de los costos y sacrificios. Mira a las guerras napoleónicas o la Segunda Guerra Mundial. Nosotros los rusos perdimos muchas batallas, pero al final ganamos esas guerras. Así que nunca estamos preparados, pero siempre ganaremos.

Fuente                                                    Alexander Dugin
elespiadigital


Carlo Terracciano fue un importante filósofo de la ‘Nueva Derecha’ y científico político. En este artículo, Alexander Dugin hace una remembranza del trabajo de Terraciano en el campo de la geopolítica, un importante legado que nos ayuda a explicar la actual situación mundial. Una lectura obligada para los movimientos de Tercera Posición en América por que hay que responder dos preguntas fundamentales.

¿Qué posición ocupa mi país actualmente en la geopolítica global? ¿Qué política exterior debemos seguir para hacer frente a esta situación?