El mariscal de campo Juan Manuel Cagigal y Monserrat, un héroe de España y Cuba en la Guerra de Independencia de los EE.UU.
Juan Manuel Cagigal y Monserrat vino al mundo en Santiago de Cuba en 1739, miembro de una familia de gran tradición miliar, hijo del ilustre Francisco Antonio Cagigal de la Vega.
Es una figura que no puede permanecer en el anonimato, sin la que hubiera sido imposible la victoria de los norteamericanos sobre los ingleses en la decisiva batalla de Yorktown y aunque no estuvo presente en la misma sus acciones de tipo estratégico facilitaron el éxito definitivo por el que apostó decididamente España. José Antonio Crespo-Francés Coronel en situación de Reserva LEER+ El mariscal de campo Juan Manuel Cagigal y Monserrat, un héroe de España y Cuba
Europa con unas elites políticas totalmente sumisas a Estados Unidos
sólo puede reaccionar si entre las naciones de Europa una se convirtiera
en superpotencia, reorientando la política exterior del conjunto del
continente y esa Nación sólo podría ser Rusia si pudiera aprovechar sus
enormes recursos naturales y humanos. Rusia es la única Nación europea
con el potencial necesario para reorientar la división geopolítica
actual y para poner en entredicho la supremacía mundial del "imperio".
"Si Rusia ha abierto las puertas del infierno al mundo será a ella a quien corresponda cerrarlas. En Occidente todo el mundo está preocupado sólo en acrecentar sus beneficios económicos y el mundo pronto perecerá o será salvado por el Oriente eslavo". A.Solzhenitsyn
Un funcionario de prisiones denuncia ante el Supremo nuevamente los hechos del 11-M coincidiendo con la imputación por falso testimonio de las testigos clave contra Zougam
Se llama Gonzalo L. Fontenla y es funcionario de la prisión de La Lama, en Lugo. El pasado 9 de julio presentó en los Juzgados de Madrid una nueva denuncia con los hechos que cronológicamente conducen a los atentados del 11M y el posterior encubrimiento de lo ocurrido.
Según su propio testimonio a este medio, cuando ocurrieron los atentados, fue asignado al servicio en el 2º control del centro penitenciario de La Lama desde donde siguió lo que estaba ocurriendo.
Dos días más tarde, el 13M volvía a trabajar. Al poco rato de incorporarse a su servicio, cruzó una breve conversación con un militante del PP, cuya esposa estuvo, al parecer, muy relacionada laboralmente con Mariano Rajoy.
- Ha sido un atentado islamista, dijo.
Para alguien que estaba convencido de la autoría etarra, le quedó grabada la seguridad pétrea de su interlocutora.
Tres meses más tarde, en la prisión comenzaron a ocurrir sucesos peculiares, según señala Gonzalo. Después del verano se destapa la denominada operación Nova. Por su trabajo en el centro penitenciario de La Lama, él había tenido conocimiento de cosas de Nova que no encajaban, por lo que decidió poner en conocimiento de los jueces lo que sabía.
En 2006 escribió a la Audiencia Nacional, en total 4 veces. Nunca recibió respuesta.
Una semana después de la sentencia del 11M interpuso denuncia por la creación de pistas/pruebas falsas para la Operación Nova. La denuncia fue “archivada” en 2011.
Teniendo claro el propósito de la falsa Operación Nova (dar verosimilitud emocional a la versión oficial del 11M) comenzó a investigar con objeto de encontrar una idea global, mínimamente coherente, de lo que fue el 11M, y según el funcionario, esto fue gracias al entonces subdirector del diario El Mundo, Fernando Múgica, que durante cuatro años se dedicó a buscar los puntos oscuros de aquellos terribles atentados.
La juez Coro Cillán fue receptora de uno de los escritos de Gonzalo Fontenla… pero casualmente, días después de recepcionar su juzgado el escrito, el fiscal del TSJM presenta querella criminal contra la juez. Pasado el 9º aniversario de los asesinatos, en 2013, el Tribunal Supremo resuelve que el juzgado de Cillán no puede instruir lo ya instruido en otro juzgado y se archivan las diligencias.
Es en ese momento, cuando este luchador funcionario decide presentar denuncia directamente ante el Tribunal Supremo, poniendo por escrito lo que sabe un buen número de periodistas madrileños y un número aún mayor de políticos con la esperanza, remota, de que el 11M vuelva a ser investigado y los españoles puedan conocer la verdad.
Como exclusiva de El Espía Digital, publicamos el texto de los hechos denunciados ante el Tribunal Supremo en Madrid.
Gonzalo Fontenla está convencido de que solo el periodista Fernando Múgica se acercó a la verdad del 11M, logrando desmontar la versión oficial sostenida por los partidos del Régimen y expuesta en la sentencia del juez Gómez Bermúdez.
Y consiguiendo, lo que casi tiene más mérito, sortear las muchas “versiones” que en estos años se han dado a conocer y que eran vías muertas para conseguir intoxicar a los investigadores independientes.
Brevemente, esta versión novedosa vendría a sustentarse en tres hipótesis: A) Desde las cloacas del Estado se preparó un falso atentado etarra para conseguir un éxito electoral. B) El PSOE conocía los planes del PP, y a su vez, tenía preparada una respuesta que pulverizaría al partido en el Gobierno al final de la campaña electoral y C) Por encima de ambos partidos corrompidos “alguien” con acceso a la inteligencia y los servicios de información españoles superpuso las 10 bombas que estallaron en los trenes.
Por A) y por B) al PP y el PSOE no les quedó más remedio que pactar el ocultamiento de la realidad para evitar autoincriminarse, tapando así lo ocurrido realmente aquél fatídico día.
¿Hasta qué punto tiene verosimilitud esta versión?
Según Gonzalo Fontenla, las respuestas las tiene el ya citado Fernando Múgica, que en sus últimas apariciones públicas señaló por donde fueron los acontecimientos.
Lo cierto es que tras esas apariciones, Múgica abandonó la investigación, salió de su importante cargo en El Mundo y dejó el periodismo. Fontenla sostiene que es posible que fuera amenazado, pero espera que en algún momento pueda contar la verdad, dado que tiene el apoyo de muchos españoles que desean conocer que pasó verdaderamente aquel día y por la dignidad de todas las víctimas.
Imputadas por falso testimonio las testigos clave del 11-M contra Zougam
Seis años después del juicio de los atentados del 11-M, la prueba que envió a prisión al único condenado por colocar las bombas en los trenes tendrá que repetirse de hecho en un juzgado de Madrid.
La juez Belén Sánchez ha citado a declarar como imputadas a las testigos C-65 y J-70, las dos mujeres rumanas que dijeron identificar a Jamal Zougam en el tren de Santa Eugenia, al apreciar con nuevos documentos que eran desconocidos entonces que existen indicios de que han podido cometer un delito de falso testimonio. La declaración, sin precedentes en un asunto de esta trascendencia, se producirá el próximo 2 de octubre.
La sentencia que redactó el juez Javier Gómez Bermúdez utiliza en tres ocasiones la expresión "sin fisuras" para significar la credibilidad que, más allá de toda duda razonable, le habían merecido al tribunal las identificaciones que hicieron en la vista oral C-65 y J-70, de las que también elogia su "firmeza y seguridad encomiables".
Ahora, la juez Sánchez, tras conocer los nuevos datos que fueron aportados por el diario El Mundo, cree sin embargo que han podido mentir. Zougam lleva desde 2004 en una celda de aislamiento con fundamento en esos testimonios.
La citación se produce después de que, durante el año que ha transcurrido desde la admisión a trámite de la querella, la propia juez y la fiscal Rosa Mayoral hubiesen rechazado en otras dos ocasiones hacerlo, con el argumento de que previamente debía verificarse "con suficiencia la realidad del hecho punible". Las dos consideran que ese momento ha llegado.
En efecto, en los últimos meses el juzgado ha recibido documentación que confirma en una parte sustancial los reportajes que publicó este periódico el 6 y el 7 de diciembre de 2011 y que se recogen en la querella que presentaron los abogados Eduardo García Peña y Francisco Andújar.
La Audiencia de Madrid reconoció que se trata de "nuevas revelaciones que no pudieron ser tenidas en cuenta" por el tribunal que juzgó el 11-M y ordenó investigar si las dos testigos "pudieron confabularse con la finalidad de alcanzar ciertos beneficios personales y económicos faltando a la verdad en las manifestaciones que realizaron en la vista del juicio oral".
Recordaba asimismo la Audiencia que Zougam recibió "una pena de prisión de extrema gravedad con fundamento precisamente en las declaraciones que ahora se reputan falsas y cuya falsedad, de resultar acreditada, daría lugar a la revisión" de la condena.
Ésa es la trascendencia de este procedimiento, que sin embargo la Fiscalía impulsa a un ritmo mucho más lento incluso del que ya es habitual en los juzgados de Madrid.
En el peor de los casos para ellas, afrontarían una pena de entre tres y cuatro años de cárcel –Jamal Zougam lleva más de nueve entre rejas– e incluso tendrían la posibilidad de evitar la prisión si a estas alturas admitiesen que mintieron.
El papa Francisco desbloqueó la beatificación de monseñor Romero
Se trata del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, muy popular en América Latina luego de su muerte y llamado "la voz de los sin voz", asesinado el 24 de marzo de 1980 por paramilitares derechistas.
"La causa de beatificación se desbloqueó", anunció el postulante de la causa, monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo de la Familia, según reportó la agencia Ansa, tras reunirse el sábado con el pontífice, por lo que los medios italianos dedujeron que la decisión de seguir adelante con esa causa salió de ese encuentro.
Romero, que solía pronunciar encendidos discursos en favor de los pobres y contra la violencia de la dictadura salvadoreña, fue asesinado mientras daba misa en la capilla del Hospital Divina Providencia de la capital salvadoreña.
Su homicidio se produjo días después de decir en otra misa: “Soldado: una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. En nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de dios: ¡cese la represión!”.
En 1994, dos años después de firmarse la paz con que concluyó la guerra civil en este país centroamericano que dejó un saldo de 75.000 muertos o desaparecidos, el sucesor en la arquidiócesis de San Salvador, Arturo Rivera y Damas, inició su proceso de beatificación.
En el año 2000 la Congregación para la Doctrina de la Fe comenzó en el Vaticano el estudio de todos los discursos de Romero. En 2005 monseñor Paglia aseguró públicamente que “Romero no era un obispo revolucionario, sino un hombre de la Iglesia, del Evangelio y de los pobres”.
Sin embargo, la beatificación de monseñor Romero permaneció bloqueada hasta este anuncio del obispo Paglia.
Católicos contestatarios citados por el portal Terra, como el obispo francés Jacques Gaillot y el teólogo suizo Hans Küng deploraban desde hace años que el proceso de beatificación de Romero, abierto en 1996, hubiera sido, según ellos, "bloqueado".
Juan Pablo II y Benedicto XVI desaprobaron siempre los excesos de la Teología de la Liberación, un desvío peligroso, según ellos, del cristianismo hacia la lucha de clases preconizada por el marxismo.
Monseñor Romero, antes de su muerte, habría sufrido la falta de apoyo de Juan Pablo II, sintiendo que éste lo había "abandonado", afirmó en 2011 el teólogo italiano Giovanni Franzoni.
Por eso, la autorización dada por el papa Francisco es entendido como una fuerte señal para todo un sector del clero latinoamericano que, sin estar comprometido con las posiciones más radicales de la Teología de la Liberación, ha actuado en favor de los más pobres, a veces corriendo grandes riesgos.
Monseñor Romero era un obispo moderado, pero bastante cercano a las corrientes de la Teología de la Liberación. Había denunciado el hecho de que los campesinos salvadoreños autorizados a tomar posesión de las tierras gracias a la reforma agraria hubiesen tenido que enfrentarse a gente armada, y puso a disposición de ellos la radio de su diócesis.
El sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, fundador de la Teología de la Liberación, fue una de las 70.000 personas que fueron al entierro de monseñor Romero el 30 de marzo de 1980 y se salvó de los francotiradores que provocaron una masacre: más de 40 muertos y miles de heridos.
Por otra parte, meses después de asumir el gobierno de El Salvador, Mauricio Funes, candidato del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) -la guerrilla de ese país que llevó adelante el conflicto armado hasta 1992, transformada luego en partido político-, pidió perdón por la responsabilidad estatal en el asesinato de monseñor Romero.
A 30 años del homicidio del obispo, el 24 de marzo de 2010, Funes reconoció que los asesinos "actuaron bajo la cobertura o participación de agentes estatales", pese a que la amnistía a esos crímenes establecida en 1992, aún deja impune, entre muchas otras, la muerte de Romero.
Para
quienes nacimos entre las postrimerías del régimen anterior y los
albores del vigente, hay un conjunto de expresiones, sentencias y
afirmaciones que forman parte de nuestro acervo personal. Son frases que
nos resultan familiares. Nos hemos criado con ellas. Las hemos
escuchado tantas veces que hemos llegado a interiorizarlas sin apenas
esfuerzo intelectual, sin ejercicio reflexivo previo y sin confrontarlas
con la realidad. Las hemos dado por buenas, sin más.
Todos
somos iguales ante la ley. En democracia, toda opinión es legítima
mientras no se defienda con la violencia. No comparto tu opinión pero la
respeto. Soy contrario a tus ideas, pero daría mi vida por tu derecho a
defenderlas. Estamos en un país libre. Cada uno es libre de opinar lo
que quiera. Me ampara la libertad de expresión. Son los derechos y
libertades que nos hemos dado.
La
lista de jaculatorias es infinita. Tan extensa como falsa.
Porque bastó
que uno empezase, casi adolescente, a intentar a ejercer todos estos
derechos a los que se habían acostumbrado sus oídos para entender que no
eran más que consignas, lemas propagandísticos de un régimen para el
que no existen tales libertades si estás del otro lado. Del lado de los
disidentes. Del lado de los opositores. Del lado de los inconformistas.
Del lado de quienes denuncian estas falsedades.
No
tengo antecedentes penales. No he transgredido la ley. No tengo
problemas de convivencia. Respeto al prójimo. Vivo inserto en la
sociedad conforme a las normas de conducta que la misma establece.
Sin
embargo, soy un apestado en democracia.Un proscrito.
Mis ideas son
satanizadas. Me veo obligado a justificarme cuando se descubre mi
ideología. Debo ser discreto con mi militancia política si no quiero
verme perjudicado en mi trabajo. El partido al que pertenezco es
constantemente vilipendiado en público. Se prohíben los homenajes a su
fundador. Se censuran las jornadas universitarias dedicadas a su
estudio.
Se le niega la legitimidad que a otros partidos se les supone
pese a que el mío no ha sido condenado por financiarse ilegalmente, ni
ha visto a algunos de sus máximos dirigentes ingresar en prisión por
organizar una banda terrorista, ni justifica ni se reúne con criminales.
En
España no hay libertad de expresión. Ni de prensa. Es mentira.
A las
licencias de radio y televisión –los medios de comunicación
verdaderamente de masas- sólo se accede por concesión graciosa de los
gobiernos de turno. Sólo el papel –en claro retroceso-y los digitales
–apenas briznas de hierba en la selva de internet- pueden escapar al
control del régimen, por ahora.
En los grandes medios no hay disidencia.
No hay pensamiento libre. Sólo obediencia lacaya al régimen.
Por
eso agradezco especialmente a Pueblo Digital la osadía que ha tenido
dándome cobijo entre sus páginas. Se lo agradezco y le deseo el mejor
destino de los posibles: que sea prohibido, que sea clausurado por orden
gubernativa.
Esa será señal inequívoca de que ha sido libre, de que ha
dicho lo que otros callan, de que no ha cedido a lo políticamente
correcto. Ojalá intenten silenciarlo. Ojalá intenten censurarlo. Será
porque ha alcanzado un grado de difusión e influencia que a la policía
del pensamiento le parezca intolerable.
Que les parezca peligroso. Que
ponga en riesgo su tranquilidad. De corazón os lo deseo. Mucha suerte.
Recitando el poema "Cualquier Sistema" de Leonard Cohen
"El dinero es una nueva forma de esclavitud, que sólo se distingue de
la antigua por el hecho de que es impersonal, de que no existe una
relación humana entre amo y esclavo". León Tolstoi
Variable
del ajuste social: Quién es quién en la pirámide de la crisis global
Cuando
se refieren a la "crisis", los periodistas, intelectuales y analistas del
sistema hablan en forma abstracta y genérica, sin precisar su impacto
(discriminado por sector) en la pirámide social del sistema capitalista a
escala global.
Así, por ejemplo, la prensa internacional en los
últimos meses expresa, con total impunidad (y sin contrainformación masiva) cómo
la crisis está "afectando a los más ricos" cuya pirámide está encabezada
por los súper millonarios del ranking de la revista Forbes.
Los grandes medios y cadenas televisivas (que
informan a las sociedades a escala masiva) tienen centrada su "preocupación"
en las pérdidas de los grandes consorcios empresariales transnacionales, en la
reducción de las grandes fortunas de los súper ricos o en la devaluación de los
multimillonarios sueldos de los ejecutivos de las metrópolis de EEUU y Europa.
Y cuando se ocupan de los "efectos
sociales" de la crisis, sólo toman como parámetro la reducción del consumo en
los países centrales, a los que clasifican genéricamente como "sociedades",
sin discriminar entre clases altas, medias o bajas que integran la pirámide
social capitalista en EEUU, Europa y en las naciones "emergentes".
No dicen, por ejemplo, que la
crisis más aguda del consumo y de la desocupación, tanto en EEUU como en
Europa, la sufren los empleados y obreros de baja calificación que están
conformando un peligroso bolsón masivo de protestas y conflictos sociales que ya
han comenzado por la periferia europea.
Casi no hay informes (y los que hay son
manipulados y reducidos) de cómo la crisis de los países centrales ya impacta
en las economías y en las sociedades de los países subdesarrollados de Asia,
África y América Latina, donde se concentra la mayoría del hambre y la pobreza a
escala planetaria.
De esta manera, los diarios, las radios y los
canales televisivos ponen el acento de la "noticia" en la disminución de la
cifra de la fortuna de los tres supermillonarios que encabezan el ranking Forbes:
Bill Gates, Warren Buffett y Carlos Slim, cuyos
patrimonios juntos sumaban en el año 2010 US$ 112.000 millones.
Por supuesto, que la prensa del
sistema no aclaraba que esa cifra (en mano de sólo tres personas) equivalía a
0,8% del presupuesto de US$ 896 millones que la ONU y el Banco Mundial
destinan a "combatir la pobreza en el mundo".
El programa para hacer frente a la
crisis mundial de alimentos desarrollado por el Banco Mundial no alcanza ni
siquiera al 1% de la suma acumulada por los tres capitalistas más ricos, pero
esto no es "noticia" para la prensa del sistema que lamenta la reducción de sus
patrimonios con la crisis.
Mientras la crisis del capitalismo
exportada desde EEUU y los países centrales golpea a los países y sociedades
más pobres y desprotegidos de Asia, África y América Latina, los grandes
bancos y empresas de Wall Street y de Europa recrean una nueva "burbuja en la
crisis" con ganancias siderales alimentadas por los salvatajes estatales con
dinero de los impuestos.
El "récord" del índice Dow
Jones (que reparte la más formidable tajada de rentabilidad capitalista con
la especulación financiera, aún en épocas de crisis como la que vivimos) lo
integran un reducido número de empresas transnacionales de dimensiones
gigantescas, mayores que Estados, que controlan la producción, el comercio y las
finanzas mundiales.
Entre las primeras treinta mega
empresas que controlan el sistema económico productivo mundial y que conforman
el Dow Jones se encuentran los grandes pulpos de la especulación financiera que
utilizan los billonarios fondos estatales de los "rescates" para producir
una "burbuja ganancial" durante la crisis.
A la vez, y por medio de los despidos
laborales y la reducción del gasto social ("ajustes"), que incrementan los
niveles sociales de precariedad económica y de exclusión masiva del mercado
laboral, bancos y empresas mantienen sus tasa de rentabilidad al costo de
más desempleo y depresión de la economía real.
El capitalismo industrial o
comercial estadounidense, con el argumento de la "catástrofe económica"
reduce "costo laboral" despidiendo empleados, reduciendo salarios y
suprimiendo beneficios sociales, y "sobreexplotación" de la fuerza que queda
ocupada.
Por su parte, el Estado baja
"costo social" por medio de la reducción del gasto público (salud, vivienda,
educación) que afectan principalmente a los planes de ayuda social a los
sectores más vulnerables.
De esta manera, el sistema
capitalista USA (Estado y empresas privadas) descarga el costo del colapso
recesivo económico (la crisis) sobre el sector asalariado (fuerza laboral
masiva) y la masa más desprotegida y mayoritaria de la sociedad
(población pobre con limitados recursos de supervivencia).
Mientras los bancos centrales de EEUU
y la Unión Europea utilizan US$ billones para "rescatar" a bancos y empresas
(los que generaron la crisis), los gobiernos centrales imperiales desatan un
proceso de "ajustes" sociales contra los sectores más pobres y vulnerables.
Este punto es central para comprender
el carácter clasista de la crisis global capitalista que los analistas y
medios del sistema presentan niveladamente como "igual para todos".
La
crisis financiera recesiva (que se expande por todo el planeta) ya derivó en
"crisis social" por medio de dos actores centrales: La baja de la capacidad
de consumo y la desocupación.
La "crisis" afecta de manera
diferente en la pirámide social: En las clases altas y medias se proyecta como
una "reducción del consumo" (principalmente suntuario), en cambio en las
clases bajas y marginales se expresa en la desocupación y en una restricción
del consumo de los productos básicos para la supervivencia (principalmente
alimentos y servicios esenciales).
Mientras un rico o clase media acomodado reducen
servidumbre, viajes turísticos o consumos superfluos, un clase baja o pobre
reduce compras de alimentos y consumo necesario para sobrevivir.
En resumen, en la pirámide del colapso recesivo
global, para un rico o un clase media alta la "crisis social" significa un
"achicamiento del cinturón" (prescindir de productos suntuarios o de algún
confort), mientras que para un clase baja o pobre significa quedar desocupado
y/o perder capacidad de supervivencia a través de la pérdida o de la
reducción de su salario.
La masa
asalariada (mayoritaria y peor pagada) y los pobres, son a su vez los mayores
perjudicados por la utilización fraudulenta (estafa con el Estado capitalista)
de fondos de impuestos públicos para salvar a empresas privadas, ya que
no cuentan con los recursos (ahorros y medios capitalistas de supervivencia) de
las clases altas o medias altas.
En este cuadro,
los ocupados pagan los "rescates capitalistas" con su salario y con lo
que consumen, mientras que los desocupados y marginados sociales lo hacen
a través de lospocos productos que pueden adquirir para su supervivencia
inmediata.
Las primeras
víctimas, las variables de ajuste, son las masas asalariadas y los sectores más
vulnerables de la sociedad que pagan la crisis de los ricos con despidos y
reducción de sus salarios, mientras que los sectores más desprotegidos sufren el
impacto directo de los recortes de los planes sociales y de ayuda a la pobreza
de los gobiernos.
Las masa más
desprotegida y los asalariados "cautivos"pagan la crisis de tres maneras:
1) A través de
las cargas fiscales a los salarios (que se le descuentan compulsivamente
de su sueldo),
2) a través de
los impuestos al consumo (que paga en el momento que compra alimentos o
productos gravados para el consumidor),
3) A través de
los despidos o reducciones de salarios, o de los "ajustes" del
Estado con reducción de planes sociales y baja de los aportes patronales.
De manera tal, que en la crisis
social se proyectan las mismas variables del resto de la economía capitalista:
El peso de la crisis golpea con fuerza sobre la base del triángulo social más
desposeído (obreros asalariados y pobres) mientras se atenúa en el medio y
en el vértice (empresarios, ejecutivos y profesionales) , donde se concentra
la mayoría de la riqueza acumulada por la explotación capitalista.
La misma ecuación (de proyección y efecto
disímil de la crisis social) se produce en la pirámide de países
capitalistas, claramente dividida entre el vértice (las naciones centrales), el
medio (las naciones "emergentes") y la base (las naciones "en desarrollo").
El emergente social
Y volvemos al principio: Mientras las clases altas y
medias altas proyectan la crisis como una "reducción del consumo suntuario", las
clases bajas viven la crisis como perdida del trabajo y de los recursos
básicos de supervivencia (principalmente alimentos y servicios esenciales).
Dentro de un sistema de producción
mundial en crisis y sólo orientado a la búsqueda de rentabilidad se desarrollan
dos efectos inversamente proporcionales:
1) Crecimiento récord de las
fortunas personales y de los activos empresariales capitalistas, y 2)
Crecimiento récord (como consigna la ONU) de los pobres y hambrientos
que ya alcanzan la mitad de la población mundial.
En este escenario, los estallidos
y revueltas sociales que alertan las propias instituciones del sistema como
el el G-8 y el Banco Mundial no van a ser motorizados por los ricos que
disminuyeron sus fortunas, ni por los ejecutivos o profesionales que
disminuyeron sus ingresos, sino por los cientos de millones de obreros y
empleados que van ser expulsados del mercado laboral.
Una mayoría de expertos coincide en
que los sujetos y actores de la crisis social, los motorizadores de las
revueltas sociales (tanto en los países centrales como en las periferias de
Asia, África y América Latina) van ser los millones de desocupados y expulsados
del mercado del consumo que no van a tener medios de subsistencia para sus
familias.
De acuerdo con estas proyecciones, no
es el mercado (en sus distintas variantes macroeconómicas), sino que son los
expulsados del mercado (los excluidos sociales) los que van a protagonizar el
desenlace decisivo de la crisis global capitalista que se avecina.
La crisis financiera y la crisis
recesiva, cuyo emergente es la quiebra y cierre de bancos y empresas,
pueden ser reguladas y controladas por medio de la inyección de billonarios
fondos por los gobiernos y los bancos centrales imperiales.
En cambio, para los efectos sociales
de la crisis financiera recesiva (la desocupación y el achicamiento del consumo)
no existe otro remedio que reocupar a la mano de obra expulsada si se
quiere evitar el colapso social y las revueltas populares.
La maquinaria mediática, que habla de
"crisis global" mezclando en una misma bolsa de "perjudicados" a las
víctimas (los sectores más bajos de la pirámide) con los victimarios (los ricos
del vértice de la pirámide), tiene como misión central ocultar lo que anticipan
las propias encuestas del sistema: Protestas y descontento creciente que se
proyectan desde los países centrales a la periferia.
Esa rebelión social en gestación
(como ya se mostró en Europa del Este) se empieza a expresar, a nivel de países
centrales y periféricos, en un auge de la protesta social y en un
cuestionamiento creciente del centralismo explotador y proteccionista de las
potencias regentes.
A nivel social, el proceso recesivo
con desocupación ya produjo (durante la escalada del petróleo y los alimentos) oleadas
masivas de conflictos sociales protagonizados por dos actores centrales: Los
pobres y los desocupados.
Y estos procesos llevaron a que los
ricos, los del vértice de la pirámide (tanto de los países centrales como
periféricos) también comenzaran a nuclearse todos juntos del lado de una sola
trinchera: La represión policial y militar.
Los planificadores y estrategas del
sistema ya tienen una respuesta para lo que viene: Democracia Blindada.