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sábado, 15 de septiembre de 2012

11-S PRENSA PARA LA VERDAD



Numerosos temas polémicos aún contaminan la versión oficial del gobierno estadounidense sobre los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. El poder político en Washington junto con las élites dueñas de los grandes medios de comunicación, siempre desearon que se esfumaran los cuestionamientos, discrepancias y dudas surgidas de los continuos debates públicos con respecto a lo ocurrido el 11/9, a pesar de la gran cantidad de evidencias que sugieren que a los ciudadanos estadounidenses se les dijo solo una pequeña parte de la verdad sobre el ataque más grande de la historia ocurrido en territorio continental de los EEUU. En este documental, 9-11 Press for Truth (11-S Prensa para la Verdad), el lector se asomará a otra visión de aquellos sucesos. LEER+
http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/geoestrategia/779-11-anos-del-11-s-el-documental-prensa-para-la-verdad-sobre-como-washington-manipulo-la-verdad-vealo-aqui
http://www.voltairenet.org/Washington-manipulo-la-verdad

EL EJÉRCITO Y LA INDEPENDENCIA


 Nuestra Constitución, en su Artículo 8.1 dice; “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.

En al actual situación política de nuestro país, vemos a diario el arbitrismo y la discrecionalidad en cualquier orden de la vida, tanto social, como institucional. Ya sea en el poder judicial, en el de las grandes empresas privadas, en el financiero, como en la noble institución del los distintos Ejércitos españoles.

A raíz de las declaraciones del coronel Alamán en Alerta Digital, muchos militares se han unido a sus meridianas manifestaciones en cuanto al deber y misión del Ejército, que consagra la Constitución de 1978 en su artículo octavo, arriba transcrito.

Es grande el malestar en la Institución, dado que como en los demás órdenes de la vida, ésta se ha visto sometida a los caprichos e intereses de una casta política que degrada o asciende en función de simpatías o de silencios cómplices.

A los mandos de nuestro Ejército se le ha privado de la palabra, de los medios para desarrollar sus funciones de manera eficaz, así como se le ha alejado de las regiones en las que al parecer molesta a los políticos separatistas y nacionalistas.

Nuestro militares se encuentran en el más absolutos de los ostracismos, relegados a una mera función de Organización Humanitaria, más que a las propias de un ejército profesional. Y cuando nuestros soldados realizan funciones propias de su destino, éstas se callan y ocultan, o se hacen aparecer como ayudas humanitarias, no como acciones de guerra, como en Afganistán, cuando no, se sancionan y penalizan.

La penetración política en todas las instituciones del Estado llega ser insoportable, condicionando su libertad de acción y su mandato constitucional so pretexto de “el que se mueva, no sale en la foto”, frase pronunciada por Alfonso Guerra, que ha calado en la clase política sea del signo que sea, y que es puesta en práctica a diario.

Así, esta digna Institución ha de permanecer callada ante insultos a la Bandera de los españoles, a los pitidos a nuestro Himno Nacional, o a las quemas indiscriminadas de todo lo que suponga la identidad nacional en aquellos territorios españoles que dicen o desean no serlo.

La dejación de funciones de la clase dirigente nos ha traído, a día de hoy, a un manifestación independentista en Cataluña, a que se hayan crecido los políticas que pregonan del odio y el desprecio por todo lo Español, sin que se deje actuar a los que “tienen como misión garantizar la soberanía” , que no es otro que el Ejército.

Para los hombres honrados y fieles a una vocación, a un juramento y a un destino superior, como son nuestros militares, no se les puede estar tocando las narices de continuo y haciéndoles chantaje con ascensos y destinos de conveniencia. Las cosas tienen sus límites y las personas su honra y su dignidad, máxime en la Institución Militar.

Actuar sin hacer cumplir los destinos a los que hemos sido llamados y por los cuales hemos jurado dar nuestras vida, es traicionarnos en lo más íntimo de nuestro ser y existir. La Constitución lo dice claro, meridianamente claro, y los gobernantes no pueden obviar esta realidad. Nos consuela saber que los militares aseguren no estar dispuestos al troceamiento de España ni a que se juegue más con ella.        http://www.alertadigital.com/2012/09/11/los-militares-aseguran-que-no-permitiran-el-troceamiento-de-espana-ni-que-se-juegue-con-ella/