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sábado, 13 de octubre de 2012

NACIÓN Y JUSTICIA SOCIAL

La publicación del artículo “Continuar a José Antonio” ha suscitado un debate que agradezco de corazón.Pero ¿qué haría ahora José Antonio, después de lo que pasó?
La Falange nació en un momento histórico muy diferente del actual. Desde el discurso de la Comedia al del cine Madrid hubo una distancia profunda. El Jefe Nacional de la Falange fue radicalizando su mensaje y logró reunir en su entorno, a comunistas como Mateo, Orellana y Pérez Solís; socialistas como García Vara y Matías Montero; sindicalistas como Camilo Olcina, Sotomayor, Durruti. Y muchos más.
Evidentemente, ninguno de ellos habría sido franquista ni partidario de la CEDA de Gil Robles, pero de la Falange del José Antonio de 1935, desde luego que sí.
Para ello, la Falange tuvo que prescindir de hombres como Ansaldo, Eliseda y hasta Ramiro. A finales de aquel año, cuando se acercaban las elecciones de febrero del 36, en el seno de la Junta Política se produjo una división entre quienes querían la alianza con la derecha, encabezados por Raimundo, y José Antonio, Julio Ruiz de Alda y Manuel Mateo.
El Jefe Nacional intentó un frente anticomunista de izquierda, con los socialistas no marxistas de Prieto y Negrín, por una parte, y con los sindicalistas no anarquistas de Pestaña.
Prieto ha reconocido, por ejemplo, en Méjico, que estuvo a punto de ser convencido para ello. Y Pestaña comentó que no había tiempo para hacerlo. José Antonio, tras el triunfo del Frente Popular en 16 de febrero de 1936, envió a toda su organización unas instrucciones concretas:
“Los jefes cuidarán de que por nadie se adopte actitud alguna de hostilidad hacia el nuevo gobierno ni de solidaridad con las fuerzas derechistas derrotadas… Nuestros militantes desoirán, terminantemente, todo requerimiento para tomar parte en conspiraciones, proyectos de golpe de estado, alianza de fuerzas “de orden” y demás casos de análoga naturaleza”.
Es de pensar que esperaba el fracaso posterior del Frente Popular de grupos antagónicos: comunistas, anarquistas, sindicalistas, socialistas marxistas y no marxistas, republicanos de izquierda y de centro.
Y puede que confiase en que podría reanudar sus gestiones para que Falange llegara a los acuerdos frustrados por la rapidez de los acontecimientos que sucedieron. Pero encarcelaron a José Antonio y se abrió el capítulo trágico de su muerte.
La Falange terminó con él. Lo que vino después, políticamente, poco tuvo que ver con lo que el pretendió.
En la zona nacional de la guerra civil  la Falange era un bicho raro, y la llamaban “failange”. A Hedilla, elegido jefe nacional provisional, lo metieron en la cárcel y le echaron dos penas de muerte. Al hermano de Durruti lo fusilaron en León y a Nicasio Álvarez de Sotomayor en Cillero (Cáceres). Pérez de Solís tuvo que esconderse.
Los nacionales de Franco utilizaron a la falange pero no hicieron su revolución. A Miguel Primo de Rivera, que estaba en la cárcel de Alicante, lo liberó la marina Inglesa. Y Raimundo que estaba en la modelo de Madrid se pudo pasar a la zona nacional. Pero José Antonio, no. Franco no se opuso a los proyectos de rescate pero tampoco se la jugó a fondo para evitar su muerte.
Hombres como Narciso Perales que trataban de rehabilitar a la Falange, decían que había muerto como organización con José Antonio. Quedarán falangistas pero no Falange.
¿Qué  ha pasado, qué está pasando? La falange de Diego Márquez, la Auténtica, la Plataforma 2003, la Fundación José Antonio, y grupos diversos, muchos de ellos con militantes de la disuelta Falange Independiente.
¿Qué habría hecho José Antonio en esta época? Lo que el intentó fue una coalición de izquierdas en 1935. Ahora, la izquierda está en la Falange que se resiste a morir,  pero poco a poco, como le ocurrió a los tradicionalistas españoles que no comprendieron que la realidad cambia y sigue cambiando.
La Falange sirvió para aquel tiempo pero para ahora creo que no. Y si los falangistas no quieren quedarse de piezas de museo romántico, lo que tienen que hacer es reunirse cada uno como es, sin que nadie tenga necesidad de renunciar a serlo, colocando a José Antonio, su ejemplo y su mensaje,  en el centro de la búsqueda común de soluciones a la España de hoy.
La Falange, la Izquierda Social Española, o lo que sea, puede ser la alternativa pero hay que ser realistas y, en política, las nostalgias de símbolos y formas son historia y no actualidad.
Si el debate abierto sirve de algo yo no pretendo más. Vosotros, camaradas, tenéis la responsabilidad. Así como estamos, no se puede seguir. Ceferino L. Maestú    http://www.hispaniainfo.es/web/

viernes, 12 de octubre de 2012

SKOLL-PIOGGIA D´IRLANDA


"EL PEOR ENEMIGO DE LA IDEA DE NACIÓN Y JUSTICIA SOCIAL ES LA INCULTURA"

ÚLTIMA CARTA DE PATRICK PEARSE



ÚLTIMA CARTA ESCRITA Y DIRIGIDA A SU MADRE EN LOS CUARTELES DE ARBOUR HILL, EN DUBLIN

*Patrick Pearse [1 de Mayo de 1916]
Mi estimada madre: Se que Ud ha estado anhelando tener noticias mías. No sé qué noticias habrá tenido usted desde la última nota que le envié desde el G.P.O. [1] El viernes por la tarde la Oficina de Correos fue incendiada y tuvimos que abandonarla. Fuimos de prisa a la calle Moore y permanecimos en las casas de esa calle [2] ¿el sábado por la tarde? Entonces encontramos que estábamos rodeados por tropas y que no teníamos prácticamente ningún alimento. Decidimos, para prevenir una nueva carnicería de la población civil y en la esperanza de salvar las vidas de nuestros seguidores, invitar al General al mando de las fuerzas británicas a discutir los términos. Él contestó que sólo me recibiría si me entregaba incondicionalmente y eso hice. Me condujeron al cuartel general del mando británico en Irlanda y allí escribí y firmé una orden a nuestros hombres para que depusieran las armas. Todo esto lo hice de acuerdo con la decisión de nuestro Gobierno Provisional que estaba con nosotros en la calle Moore. Mi propia opinión estaba a favor de un ataque más desesperado antes de abrir negociaciones, pero cedí ante la mayoría, y pienso ahora que la mayoría tenía razón, pues el ataque sólo habría dado lugar a perder las vidas de quizá 50 ó 100 de nuestros hombres, y habríamos tenido que entregarnos a la larga ya que estábamos sin alimento. Me condujeron aquí [3] el sábado por la tarde y más adelante trajeron a todos los hombres de la calle Moore aquí. Aquellos de otras partes de la ciudad, entiendo yo, han sido llevados a otros cuarteles y prisiones. Aquí todos están seguros y bien. Willie y todos los muchachos de San Enda [4] están aquí. No los he visto desde el sábado, pero creo que están todos bien y que ahora no corren ningún peligro. Nuestra esperanza y creencia es que el Gobierno perdonará las vidas de todos nuestros seguidores, pero no contamos con que perdonen las vidas de los líderes. Estamos preparados para morir y moriremos con alegría y orgullo. Personalmente no espero o incluso no deseo vivir, pero sí espero y deseo y creo que las vidas de todos nuestros seguidores serán salvadas incluidas las vidas estimadas por usted y yo (excepto la mía propia) y esto será un gran consuelo para mí al morir. Usted no debe afligirse por todo esto. Hemos preservado el honor de Irlanda y el nuestro propio. Nuestras hazañas de la última semana son las más espléndidas de la historia de Irlanda. La gente ahora dirá cosas duras de nosotros, pero seremos recordados por la posteridad y seremos bendecidos por las generaciones que aún no han nacido. Y le bendecirán también a Usted por ser mi madre. Si usted siente que quisiera verme, yo pienso que le permitirán visitarme presentándose en el Cuartel General del mando irlandés, cerca del Parque. Espero tener otra oportunidad de escribirle. Amor a W.W., a MB., a la Srta. Byrne,… y a Usted misma estimada.
PATRICK HENRY PEARSE

P.D. Entiendo que la expedición alemana con la que yo estaba contando de hecho zarpó pero fue derrotada por los británicos.
Fuente: http://innisfree1916.wordpress.com
* Luego del fracaso del levantamiento, fue inicialmente trasladado con sus compañeros a los cuarteles de Arbour Hill, en Dublín. Allí, el 1 de mayo de 1916 escribió una carta a su madre, que supone un testimonio privilegiado de la visión que tenía Pearse de aquel momento histórico, apenas dos días antes de ser fusilado en la prisión de Kilmainham. Era plenamente consciente de que su gesto (la rebelión), aunque no fuera respaldado entonces por sus coetáneos, sí iba a ser comprendido y recordado por las generaciones futuras. Su sacrificio, como el de sus compañeros, no sería en vano. Hoy la República de Irlanda le honra como auténtico padre de la patria.
[1] Oficina Central de Correos, cuartel general de la rebelión, en la actual O’Connell Street, en Dublín.
[2] La casa donde trasladaron el cuartel general del Levantamiento de Pascua era el número 16 de Moore Street.
[3] Arbour Hill Barracks.
[4] Willie era el hermano pequeño de Patrick y San Enda era el colegio fundado y dirigido por Pearse. Patrick nunca supo que su hermano iba a ser también ejecutado.                     http://www.tribunadeeuropa.com/?p=11983                          

jueves, 11 de octubre de 2012

LA SORPRESA DE LOS INGENUOS


Me consta que hay numerosos ciudadanos a quienes han pillado de sorpresa los números y la unanimidad de consignas de la manifestación del 11 de septiembre en Barcelona. A muy pocos catalanes nos ha ocurrido, pues venimos viviendo hace años el ambiente y los influjos que han desembocado en los hechos de la «Diada» de este año. Algunos hemos intentado explicarnos desde estas páginas o similares (otros medios nos están vetados), pero he llegado a la conclusión de que la percepción del problema desde fuera suele oscilar entre creer que Cataluña es una especie de «territorio comanche» o que es cierto lo de la laguna de aguas plácidas y los cronistas somos unos exagerados.

Ahora, ante la exaltación separatista multitudinaria, algunos se han echado las manos a la cabeza; a otros les es, sencillamente, indiferente, y el Gobierno de España y la Corona han adoptado, una vez más, la postura de Don Tancredo; tras largos años de omisiones, de ausencia y de entreguismo, esta actitud no deja de ser consecuente.

Poco importa el número real de manifestantes el 11 de septiembre; la evidencia es que, a la manera de las sociedades inoculadas por algún tipo de totalitarismo, el espectáculo de odio a España está presente a los ojos de cualquiera que recorra las ciudades y pueblos de Cataluña. Ya no se trata de declaraciones extemporáneas de los partidos que se han definido a sí mismos con los eufemismos de «independentistas» o «soberanistas», sino que la penetración social es un hecho; estos y los «tapados» se han manifestado públicamente, han mostrado sus cartas y el resultado de una larga siembra, en ausencia, repito, de la autoridad de la Nación. Ahora tenemos la evidencia que ha causado sorpresa a los ingenuos.

A la espera de crónicas y análisis menos urgentes, me gustaría poder sintetizar el hecho con los siguientes rasgos:

1º.- El origen hay que buscarlo en el desatino de la inclusión del término «nacionalidades» en el texto constitucional y en el no menor error de bulto de la creación de un Estado «de las Autonomías» que, junto al «café para todos», iba entregando atribuciones en manos de quienes solo se sentían españoles «por imperativo legal», por muchos disfraces y expresiones de lealtad que profiriesen: «de aquellos polvos vinieron estos lodos».

2º.- El separatismo -que éste es su verdadero nombre- y la consiguiente manifestación del 11-S tienen impronta institucional: se han promovido, alentado y sufragado desde las instancias que, no lo olvidemos, representan al Estado según el modelo autonómico. Es el propio «president» de la Generalidad quien, tras deshojar la margarita de si acudiría o no a la manifestación callejera ha abanderado el ideal de la separación de Cataluña del resto de España tanto en Barcelona como en Madrid.

3º.- Convergencia siempre ha sido un partido separatista en sus aspiraciones, lo manifestara o no públicamente, con un doble juego evidente de su mentor Jordi Pujol, que ha figurado para los ingenuos como un «fiel colaborador» de las más altas instancias del Estado. Desde Convergencia se ha alimentado y difundido el separatismo, claramente manifiesto en sus «juventudes»; lo que ocurre es que en el juego de «la puta y de la ramoneta» (Pujol dixit), los nacionalistas siempre les dan sopas con honda a los melifluos o interesados gobernantes de España. Por su parte, «Unió» ha vuelto a hacer gala de su tradición clerical y jesuítica, con su doble juego de «no pero sí», y ahí tenemos a Durán i Lleida envolviéndose también en la «estelada» con las bendiciones apostólicas correspondientes. ERC y otros grupúsculos aún no se lo creen, pero, por lo menos, ellos siempre han sido sinceros…

4º.- El separatismo está presente y creciendo desde hace años en el tejido social catalán, generosamente dotado con las subvenciones públicas. Los Ayuntamientos, y no sólo los constituidos mayoritariamente por ERC, sino los de CIU y los del PSC, se han venido negando sistemáticamente a izar la bandera española o la han arriado sin obtener la menor respuesta de quienes estaban obligados a hacer cumplir la ley; asimismo, los entidades «privadas» que hacían gala de sus sentimientos han sido los mayores beneficiarios de los presupuestos públicos; la supuesta defensa de «tradiciones» ( «correfocs», «geganters», «castellers», etc) ha servido para la difusión, entre sus beneficiarios, del germen de la segregación.

5º.- La jerarquía eclesiástica y una numerosa parte del clero han constituido algo así como una «iglesia patriótica catalana», donde se ha hecho difícil situar a Dios por encima de Cataluña; algunas órdenes religiosas se han distinguido especialmente en la tarea. No es extraño que las «esteladas», distribuidas generosamente para balcones y fachadas por la llamada «Asamblea Nacional de Cataluña» (¿y quién paga tantas banderas?, según la anécdota de Ridruejo) también se hallen presenten en los campanarios.

6º.- La siembra del separatismo ha sido inclemente en toda la educación: en la llamada Educación Formal, entregada desde el principio en manos del «nacionalismo identitario» y con muchos profesores de catalán ejerciendo de «comisarios políticos» en sus centros; la Educación Informal, con los medios escritos y audiovisuales mantenidos con los fondos públicos, y la Educación No Formal, con un asociacionismo juvenil, ya vinculado a la Iglesia Católica ya «laico», de obediencia masónica, inculcando separatismo en acampadas y excursiones; no es extraño que portar «esteladas» en la camiseta o en la carpeta del cole esté de moda entre niños y jóvenes.

Con todo ello, ¿puede extrañarse alguien de la manifestación institucional del 11 de septiembre de 2012?

No es aquí el lugar de detallar el origen y la historia del mal llamado «problema catalán» (ya dije en una colaboración anterior en estas páginas que formaba parte del «problema español»). Baste decir ahora que puede establecerse cierto paralelismo con el chantaje del incipiente nacionalismo catalán tras la pérdida de los mercados exteriores en 1898 y la crisis actual y el solicitado pacto fiscal. La evolución pasó por el grito de «Mori Cambó, visca Macià!», que oyeron mis abuelos, la asonada del 6 de octubre de 1934 y la guerra civil de 1936.

¿Remedios? A estas alturas, me temo que pasan por la terapéutica de hacer cumplir la vigente Constitución, que también tiene su artículo 155; eso en el supuesto de que otras instancias supranacionales nos permitan seguir impunemente con la estafa autonómica. Para ello se requiere inteligencia y valor; lo primero se lo presupongo al Sr. Rajoy; de lo segundo, no estoy tan seguro…

Pero, sobre todo, es urgente la existencia de un fuerte grupo de españoles que proponga una tarea deregeneración nacional, cuyas cabezas procedan indistintamente de los cuarteles de la izquierda o la derecha pero estén ajenos al sectarismo imperante. Seguro que este grupo no estaría constituido por ingenuos… Manuel Parra Celaya   http://www.plataforma2003.org/opinion/6_la_sorpresa_de_los_ingenuos.htm

lunes, 8 de octubre de 2012

EUROPA HA MUERTO



Con rescate o sin el;es evidente que este barco va a la deriva.Y al final hay que reconocer a los visionarios  porque andaban en lo cierto. Y es que si la cosa continúa así cabe la posibilidad de que en todo el continente europeo suene al unísono "Europa ha muerto", el insolente y provocador temazo que en el 83 nos brindaron, los inolvidables ILEGALES, hasta el punto de convertirse nuevamente en un himno.

LA "NUEVA DERECHA"



La "Nueva Derecha" nació en 1968. No es un movimiento político, sino una escuela de pensamiento. Sus actividades desde hace más de treinta años (publicación de libros y revistas, celebración de coloquios y conferencias, organización de seminarios y universidades de verano, etc.) se sitúan en una perspectiva eminentemente metapolítica.
No es la “Nueva Derecha” un fenómeno nuevo, ni desconocido en el ambito español. Resulta curioso la insistencia en esta terminología, nunca verdaderamente aceptada por de Benoist, Faye y otros autores en su misma corriente y que, describe mal el contenido y el estilo de lo que sin duda es un movimiento cultural. Porque, en efecto, la “Nueva Derecha” parte paradójicamente de un modelo estratégico situado a la izquierda: el discurso de Antonio Gramsci sobre la importancia del poder cultural y su combate en el seno de la Sociedad Civil. Además comparte muchas ideas con la izquierda. Asimismo, el interés de la “Nueva Derecha” no se orienta hacia la política de afanes cotidianos.                                                                                                                                                Son muchos sus temas favoritos, a los que casi siempre incorporan sus propios criterios, pensados por ellos mismos. Y es en esto, precisamente, donde reside el mérito y el riesgo de la “Nueva Derecha”. Mientras que es imposible generalizar sobre sus contenidos ideologicos, por sus publicaciones y coloquios han desfilado cuestiones como: la causa de los pueblos, la sociedad de consumo, el cristianismo, la juventud, lo político, la condición femenina, el economicismo, el marxismo, el liberalismo, la hegemonia americana, el problema de la tecnica, la filosofía... Pero, sobre todo, nada destaca tanto en atención de este grupo como la contestación al igualitarismo y la cuestión europea. Estos son sus dos frentes preferidos. El primero, frente a la hipertrofia de la utopía principal del siglo XVIII y el segundo, en defensa de una identidad del pueblo europeo ante la colonización cultural angloamericana que padece. Ambos problemas, el del igualitarismo y el de Europa, llevan a la “Nueva Derecha” a plantearse una reflexión interna, que conduce hacia una conclusion inesperada y un tanto desconcertante: la culpa, es de la civilización cristiana y de la secularizacion de sus planteamientos metafisicos. De ahí el pretexto para que tal movimiento de ideas se autocalifique como “pagano”. No obstante, el paganismo de la “Nueva Derecha” no es de naturaleza religiosa, sino una argumentación filosófica.

Sus postulados conllevan una refundación del orden político, una innovación en el pensar y un cambio en la estructura social. La“Nueva Derecha” propone una reflexión profunda acerca de la política, la técnica y la ciencia. Y una crítica global a la cultura occidental y la modernidad, al cristianismo y sus versiones seculares: el marxismo y el liberalismo en su vertiente político-economica decimonónica. Asimismo defiende una concepción biológica-cultural dependiente de la etológica de donde elabora su crítica a la sociedad mercantilista y de consumo. Es una propuesta cultural revolucionaria por ello cuestiona los valores del orden establecido, adjetivándolo como lucha contra el sistema occidental. LEER+ TEXTOS  http://foster.20megsfree.com/

LA DISTANCIA ENTRE EL DISCURSO Y LA ACCIÓN

En 1905 Lenín escribió: "No interesa lo que un partido piense, desee o proclame sino cómo pueden pasar las cosas por efecto de la actuación de ese partido"[1] planteando así en forma clara y distinta la distancia entre el discurso político y la acción política.
 La política, que es toda ella un arte de ejecución, entre las tantas definiciones que va a dar Perón, obliga a sus actores, si pretenden cierta eficacia, a manejarse a partir de los efectos que producen las decisiones políticas. Juzgar a un político o a un partido político por lo que dice o proclama y no por aquello que realiza es el grave error del pensamiento ilustrado en política. Por el contrario el realismo político que asume con escepticismo los proyectos teóricos sospechosos de idealismo como los de la paz perpetua, el gobierno mundial y la democracia universal, tiene su punto de partida en los hechos producidos y en los sucesos acaecidos por la acción de tal o cual partido político o gobierno.
La propaganda política se encarga, como toda propaganda de poner el ser a la venta, en este caso las virtudes de los gobiernos o de la oposición. Está construida a partir del discurso interesado, pues son intereses los que intenta defender. Y es consumida a diario por los miles de millones de hombres que como público consumidor aceptan como su opinión, la opinión publicada.
Hoy los gobiernos, observa acertadamente Massimo Cacciari, no resuelven los conflictos sino, en el mejor de los casos, los administran y eso se hace no con acciones sino con palabras. Con discursos, muchos de los cuales farragosos, que buscan lograr el consentimiento sobre aquello que no se hace pero que por una especie interna de "fuerza de las cosas" se espera, que finalmente se resuelva. Cuando en realidad, resolver un conflicto, para bien o para mal, es decidir por una, entre varias alternativas de acción. Alberto Buela LEER + http://www.bolpress.com/art.php?Cod=