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miércoles, 13 de febrero de 2013

AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR

   

Los norteamericanos pinchan en hueso con Benedicto XVI

Obligados por Estados Unidos, sus perrillos falderos europeos —gobierno español incluido— han tenido a bien, durante los últimos meses, recibir a bombo y platillo a representantes de la llamada «oposición» siria, ofrecerles ayudas de todo tipo, al mismo tiempo que empleaban una inusitada inquina contra los diplomáticos acreditados del gobierno legal y legítimo de Damasco.
A Barack Obama, sin embargo, le faltaba rematar la faena poniendo la guinda en lo alto del pastel.
 

Así, el embajador francés en la Ciudad Santa, Bruno Joubert, propuso recientemente a la diplomacia vaticana la visita de una delegación de «opositores» a Benedicto XVI. Se trataba, por todos los medios, de buscar no una foto, sino la foto. Una foto de familia en el Vaticano habría tenido, con toda seguridad, efectos demoledores para Bashar el Assad, pues no en vano uno de los pilares más firmes del régimen baasista sirio es, justamente, el cristianismo en sus diversas variantes.
 

La respuesta del Vaticano no se hizo esperar: la visita, caso de producirse, debía necesariamente ir precedida de una condena explícita del terrorismo salafista, en general, y de la sangrienta persecución contra los cristianos sirios de las diversas tendencias, en particular, dejando bien claro, además —y este es el nudo gordiano de la posición de los máximos dirigentes católicos—, que para el Vaticano «oposición» en el exilio y «yihadismo» en el interior de Siria son dos caras de una misma moneda. 

Esto es, la Santa Sede le recordó al correveidile Joubert que la «oposición» de camisa blanca, corbata y hoteles de cinco estrellas a las órdenes del Pentágono, y las partidas de fanáticos asesinos —todos ellos, sin excepción, financiados y armados por Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudita y Qatar— conforman un mismo frente, comparten hoja de ruta y poseen un objetivo común.
 

Coincide, así, el Vaticano casi milimétricamente con una de las máximas autoridades religiosas del islamismo, el erudito, filósofo y escritor Sheij Imran Hussein, quien, sin ambages y en reiteradas ocasiones, ha calificado a la «oposición» siria como lo que son: terroristas.

http://www.patriasindicalista.es/


 “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar” (Proverbios 18:19)

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