Pedro Albizu Campos: La historia de un patriota portorriqueño
Pedro Albizu está de actualidad especialmente porque el desfile boricua de Nueva York que se celebrará el 11 de junio de este año y que es la concentración de hispanos más importante de EEUU (con un millon de participantes) estará este año dedicada a Pedro Albizu. Esto ha causado la indignación de EEUU que está intentando boicotear el acto de forma inútil ante el entusiasmo puertorriqueño con este patriota.
Pedro Albizu Campos nació el 12 de octubre de 1891 en Ponce (Puerto Rico), hijo natural de Alejandro Albizu y de Juana Campos, si bien su padre no lo reconoció hasta que no terminó su instrucción secundaria.
Fue a estudiar leyes en 1912 a Vermont con una beca, pero en 1913 pasó a Harvard, donde se graduó con Alto Honor.
Durante la I Guerra Mundial estuvo en el Ejército de los Estados Unidos y en 1921 regresó a Puerto Rico a trabajar como abogado, comenzando entonces su activismo político.
Consideró que la situación de colonialismo que sufría su país respecto a los Estados Unidos era algo que debía acabar para recuperar la dignidad y el orgullo de su patria sometida. Por ello ingresó en 1924 en el Partido Nacionalista siendo elegido vicepresidente ese mismo año.
Por encargo de su partido viajó en 1927 por varios países de Hispanoamérica para recabar la solidaridad con el proyecto de recuperar la independendencia, y a su regreso en 1930 fue elegido presidente del Partido.
A partir de entonces, Albizu le dió a este colectivo un marcado carácter revolucionario, influido por las ideas del régimen italiano, primero, y del nacionalsindicalismo español, más adelante.
De hecho, en 1932 participó en las elecciones para no presentarse más a unos comicios y actuar de forma más contundente y apartándose tanto del marxismo independentista como de los valores que propugnaba el neoliberalismo capitalista.
Eso imprimió un carácter especial al Partido Nacionalista que ponía a la Patria puertorriqueña como ideal supremo.
En 1934, los trabajadores de la caña de azúcar se pusieron en huelga y Estados Unidos empezó a culpar de ello a Albizu, apresando al líder nacionalista en 1936, condenándolo por pretender derrocar por la fuerza al gobierno norteamericano tras la muerte del coronel Riggs.
El 21 de marzo de 1937 acontece la Masacre de Ponce, cuando la Policía, por orden directa del gobernador impuesto por los Estados Unidos, dispara indiscriminadamente contra los miembros del Partido Nacionalista y los Cadetes de la República (camisas negras) que se disponían a manifestarse pacíficamente.
Tras este acto de terrorismo de estado que realizó el gobierno norteamericano, los líderes nacionalistas con Albizu a la cabeza fueron trasladados a Atlanta.
En 1947, el líder independentista regresó a Puerto Rico y los miembros de su partido empiezan los preparativos para una lucha armada que diera con la independencia del país.
El 30 de octubre ocurre la revuelta frustrada que incluyó un atentado a harry S. Truman, y si bien no se pudo probar que Pedro Albizu organizara esta revuelta, se le culpó en cualquier caso por ser el cabecilla del movimiento independentista.
Fue encarcelado y en 1953, el gobernador puertorriqueño, Luis Muñoz Marín, le indulta. Un año después varios independentista entran en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para protestar por la situación colonial de Puerto Rico, y Albizu es de nuevo encarcelado hasta el 15 de noviembre de 1964 en que fue de nuevo indultado dado su grave estado de salud.
Durante este tiempo, fue utilizado por el Ejército para experimentar en él los efectos de la radioactividad. Con grandes dolores, llagas en todo el cuerpo y un cáncer que le consume, sale libre para morir en Hato Rey el 21 de abril de 1965.
Su entierro fue el más concurrido de la historia de Puerto Rico, ya que los puertorriqueños reconocieron la noble lucha de este patriota por sus ideales que iban más allá de cualquier ideología y ponían a Puerto Rico como único objetivo de su lucha inconclusa.
Fuente !ARRIBA PUERTO RICO LIBRE!
arbil.org
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