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miércoles, 24 de octubre de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL PARTIDO BAAS



Desde el estallido de la “Primavera Árabe” uno de los países cuyo régimen se está manteniendo en el poder a pesar de los duros combates es el Régimen del Partido Baas en Siria. Es curioso y anecdótico que los rebeldes sirios, formados en parte por mercenarios extranjeros y milicianos radicales musulmanes, están apoyados tanto por los países occidentales (OTAN-Israel) como la mayoría de las monarquías del Golfo Pérsico. Podemos incluso decir que en Siria los objetivos del “Mundo Occidental” son los mismo que los de “Al qaeda”: destruir el régimen del Partido Baas al mando de Bashar Al-Assad y establecer Dios sabe qué.                                                       Este argumento, rompe cualquier esquema mental que pueda tener un occidental que haya vivido la situación geopolítica desde los atentados del 11S 2001 y la teoría de “choque de civilizaciones”.
¿Cómo es posible qué enemigos acérrimos puedan estar unidos ahora?
- Para el fundamentalismo islámico, Siria es su mayor enemigo (más que Occidente) ya que representa el único estado laico con una firme separación entre religión-Estado. Además su élite es considerada por los sunníes la más perversos herejes (los alauíes) que además son apoyados por drussos y cristianos.
- Por el lado occidental, el régimen del partido Baas es el último que perdura (ya cayeron los demás “socialismos árabes como Egipto o Irak) que es profundamente laico, antisionista y que atenta por su sistema “socialista “ los intereses empresariales occidentales …
El nacionalismo árabe surge durante la I Guerra Mundial por los hijos de la clase pudiente que mandan a sus hijos a universidades europeas y ven como en Europa están en ebullición las ideas de nación como conjunto étnico destinado a una misión trascendental, motor de la Patria. Estas ideas durante la I Guerra Mundial sirven a los Británicos para poner en contra a los árabes contra los Otomanos en la I Guerra Mundial. Todos hemos visto Lawrence de Arabia…
La I Guerra Mundial supone un hito importante en la historia ya que los árabes (la mayoría musulmanes) se alían con “infieles” (La Triple Entente) contra el Imperio Otomano (sucesor del esplendor de los antiguos califatos musulmanes) rompiendo con la UMMA o comunidad de creyentes. El fin perseguido es por un motivo nacional no confesional: liberarse de los otomanos (pueblo turco de las estepas asiáticas) y crear un estado árabe (de raza semítica) cuyo motor vertebrador es el concepto de comunidad nacional, formado por un pueblo, el árabe.
Tras la I Guerra Mundial, todos sabemos lo que pasa: Sociedad de Naciones, Declaración de Balfour, Mandatos de los territorios por las potencias vencedoras (la Entente rompe sus promesas a los árabes que lucharon contra el Imperio Otomano) … etc. Durante el periodo de EntreGuerras se empieza a fraguar el concepto de “nacionalismo árabe” (también surgen nacionalismos siríacos, fenicio-libaneses,…) que persigue la liberación de “la nación árabe frente a los colonizadores europeos”, la implantación de un estado moderno de derecho, la igualdad de todos los árabes (musulmanes, cristianos, drussos), una economía mixta que no sea ni marxismo ni capitalismo, el apoyo a la causa palestina frente a la inmigración judía auspiciada por el Mandato Británico,… 

 
En este concepto se fragua el partido Baas fundado por dos personalidades: el cristiano Michel Aflaq y el sunní Izzat Ibrahim ad Douri en los años 40.
Es curioso ver que el referente ideológico del nacionalismo árabe es un cristiano sirio ortodoxo, Michel Aflaq, educado por universidades francesas y que al igual que una gran parte de sus compatriotas árabes apoyaron a “La Entente” contra el Imperio Otomano. Aflaq, surte al partido Baas un soporte ideológico para no confundir su “socialismo árabe” con marxismo. Las discrepancias entre las diferentes posiciones del partido Baas le hace refugiarse en el Irak de Sadam Husein como figura “ideológica”. Su mausoleo se sitúa en Irak, persistiendo todavía ya que para el mundo árabe, Aflaq es un símbolo “nacional” no solo un “baasista” (hay que recordar que el Partido Baas está prohibido en la Era Post-Sadam y sus símbolos destruidos).
La ideología del Partido Baas debe considerarse como “pan-árabe”, tal como dijo Michel Aflaq en su obra “Fi sabil al Baas”. Se autodenomina el Partido Baas como un partido nacionalista árabe, no confesional, socialista no marxista:
- Nacionalismo árabe: los baasistas aunque consideran que las naciones árabes están influidas por el islam, pero que la umma (comunidad de creyentes) debe ser sustituida por la de nación árabe. Esto es por tanto radicalmente opuesto a la doctrina imperante en la actualidad en la mayoría de los estados de la zona. En palabras de Aflaq: “ Hoy … la fuerza motriz de los árabes es el nacionalismo (otro día fue la religión) … los árabes estando mutilados en su libertad, su soberanía y su unidad no pueden comprender sino el lenguaje del nacionalismo”
Esto se observa muy bien en el régimen sirio donde existe una igualdad de derechos entre todos los habitantes sirios, no importando la religión. Un ejemplo son las festividades cristianas son celebradas por el Estado.
Para el Partido Baas, su fin es la unificación de los países árabes en una nación, el ejemplo de la efímera República Árabe Unida es el fin del Partido Baas. Un Estado Nacional Árabe” que le fue negado por la Entente en la I Guerra Mundial tras la derrota del Imperio Otomano. Como ejemplo, durante los años 60 a los baasistas llamaban a los países “regiones” ya que para ellos su único país es el futuro Estado Árabe.
- Socialismo: dentro del partido Baas siempre ha habido una lucha interna en torno a las alas derechistas e izquierdistas del propio partido. Aflaq siempre manifestó que el partido Baas no es marxista (siempre se intentó purgar el partido Baas de elementos marxistas), el propio Aflaq manifiesta: “ La doctrina marxista es un peligro para los árabes porque amenaza con hacer desaparecer su personalidad nacional, y porque impone al pensamiento árabe moderno un punto de vista sectario , tendencioso y artificial, destructor de la libertad e integridad de ese pensamiento”
El Partido Baas, según el gran profesor Duprat “no podría sino obtener la respuesta marxista clásica: ‘¡Populismo pequeño-burgués! ¡Demagogia social fascista!’”.
- Relaciones con la URSS: podemos decir que las relaciones del partido Baas fueron instrumentales y de conveniencia. Ante unos EEUU que apoyaban abiertamente a Israel, la URSS apoyó a los árabes (estrategia de la tensión). Pero hay que destacar sobre estos aspectos las palabras del propio Aflaq expresando que aun no estando en contra de la URSS; expresaba que “ Los triunfos del comunismo aquí nacen de la debilidad de espíritu. Pero un árabe bien informado no puede ser comunista sin abandonar el arabismo, los dos son incompatibles, …” . Aquí muy bien Aflaq determina que su socialismo árabe no puede confundirse con la Internacional Comunista; estamos ante un artículo siu generis.
El Partido Baas toma dos bifurcaciones principalmente que se enfrentan ideológicamente: la siria, cuando toma el poder en Siria, creándose la efímera República Árabe Unida con la unión con Egipto y tras unos años de problemas internos entra en el poder los Assad con la presidencia de Hafez Al- Assad, padre de Bashar Al-Assad. Bashar Al-Assad sucede a la muerte de su padre en 2000 y sigue siendo el Presidente de Siria. Por otro lado, el Partido toma el poder en Irak, siendo Sadam Hussein hasta la Guerra de Irak su presidente. Surgieron partidos Baasistas en diferentes países y podemos decir que el Nasserrismo bebió de las influencias de éste, pero en la actualidad el nacionalismo árabe es eclipsado por el los partidos islamistas.
Por contra, los enemigos históricos de los baasistas han sido la mal llamada “derecha” o sea, los Hermanos Musulmanes. Occidente, en la mayoría de los casos ha apoyado a partido de corte islámica básicamente porque los partidos nacionalistas árabes, al poseer una idea socialista, traen consigo procesos de nacionalizaciones, proteccionismo y autarquía; cosa no muy beneficiosa para los intereses occidentales. Por contra, podemos ver la facilidad con que los estados más “fundamentalistas en lo religioso” hacen acuerdos con los estados occidentales. El caso paradigmático es Arabia Saudí.
En la actual Siria, los rebeldes sirios son en su mayoría islamistas ven al Partido Baas y a Siria como un Estado Infiel, un estado a destruir, a realizar la Yihad ya que:
- La ideología imperante es la baasista (nacionalismo árabe aconfesional), se respeta el derecho de las demás religiones y la manifestación de su fe, no cumpliento con la Sharia y la discriminación entre creyentes y no creyentes. Un ejemplo es la cantidad de “infieles” al mando.
- Por lo arriba expuesto, el régimen sirio antepone el concepto de “nación” al de umma o comunidad de creyentes.
- La clase dirigente del Partido Baas, el clan Assad, es alauí, una secta hereje según los sunníes. Por otro lado, el aparato gubernativo sirio tiene personas no musulmanas (algo irritable para muchos).
- El sistema económico, una economía socialdemócrata, “mixta” no se encuadra en los cánones islamistas.
Ahora bien, la pregunta inquietante es por qué occidente apoya a los rebeldes sirios. Entre las respuestas pueden estar:
- Los “países islamistas” tienen una predisposición a la inversión extranjera mayor que los nacionalistas árabes ya que estos se meten en asuntos económicos. Irak, Siria, Egipto de Nasser o Libia son ejemplos. Un ejemplo de estado 100% musulmán es Arabia Saudí, donde impera la Sharia, pero hay una mayor libertad económica para los negocios.
- Oriente Medio es un avispero de etnias y religiones que sobre el arabismo unificador podría dirigirse contra Israel (ya que es la etnia lo único que les une y la religión lo que les separa). Para evitar esto no hay mejor solución que “divide et impera”. La situación siria está al borde de la libanización de los años 80.
Por último, el apoyo de Rusia e Irán son de conveniencia geoestratégica. Rusia tiene su puerto militar en Siria e históricamente la URSS apoyó a régimen sirio. La caída de Assad traería consigo la “otanización del Mediterráneo”. El caso de Irán es por el antisionismo militante común y el antisunismo de ambas naciones ya que mientras Irán es una República Islámica; Siria es aconfesional pero ambas son objetivos del fundamentalismo islámico sunní. David Romero Díaz   http://www.alertadigital.com/2012/10/23/algunas-reflexiones-en-torno-al-partido-baas/

                       

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