Gran Hermano: No pienso y solo existo por las redes sociales
Relájense, aspiren "energía positiva", no se carguen de "negativismo" con los problemas del mundo (estar bien con el universo significa "estar bien con uno mismo"), no se depriman con sobrecargas de reflexiones cósmicas inútiles, no filosofen pensamientos críticos, actúen en positivo, respiren "buena onda", ejerciten la "autorrealización creativa", cultiven el cuerpo, cultiven los gustos, cultiven la amistad, cultiven la familia, cultiven la moda, cultiven "siempre en positivo", sean amables, no rompan la corriente, dejen que las cosas "fluyan", naturalmente, sin preconceptos, sin contaminantes, sin ideologías de cambio preestablecidas, sean libres, supriman conflictos agotadores, y únanse solidariamente en la gran red social planetaria de "Gran Hermano": El que piensa (y soluciona) los problemas del mundo por todos nosotros.
Un día el individuo-masa (femenino-masculino) se despertó y dijo: Miro la televisión y luego existo.
Y otro día, se despertó y dijo: Utilizo la Internet y solo existo por las redes sociales.
Sin
saberlo, había ingresado a la era del "homo videns", finalmente
proyectado (y realizado) a través de las ondas del ciberespacio
desplegadas como una gran telaraña cazadora de cerebros.
Su mundo
se convirtió en una pantalla: Me conecto por la TV-pantalla, me
convierto en "solidario virtual", y realizo mis sueños por la
Internet-pantalla. La vida y los proyectos siempre empiezan por un
sueño. Así lo han sostenido históricamente los ídolos del cine de
Hollywood. Que han surgido de una pantalla.
Fuera de la pantalla:
El mundo es dudoso. Está lleno de "teorías conspirativas", de dudosas
hipótesis sobre el "bien y el mal" implícitos en la naturaleza humana.
Fuera de la pantalla, el mundo está poblado de "política" y de
"ideología", de críticas saturadas de falsas certezas. Quiero "ser yo",
no un ente manipulado por la política y las ideologías. No hay malos ni
buenos, no hay sistema dominante, sólo estamos nosotros y nuestras
circunstancias.
Mejor la pantalla (del TV y la compu): Me tranquiliza, me informa, me conecta con un mundo de imágenes que "valen más que mil palabras", la TV "muestra"
la realidad casi sin palabras, y la Internet me permite contarla, sin
intermediarios, sin que nadie me diga lo que debo hacer y pensar.
Vivan las redes:
Vivan los SMS, vivan los contactos en tiempo real, viva la
interactividad, viva la comunicación planetaria sin limites, viva
Twitter, viva Facebook, viva yo y mi circunstancia, vivan todos los que
trasformaron el mundo con la tecnología digital, vivan los que
posibilitaron nuestro tránsito del mundo viejo al mundo nuevo. Vivan los
que inventaron la pantalla: Fuente de toda razón y justicia.
Y de pronto, llegó Gran Hermano.
Pregunta: ¿Qué hace un adicto a la pantalla tele-informatizada (el mundo fashion de los Twitter y los Facebook) en su tiempo libre?
Respuesta: Vota y consume.
Consume
productos, consume ropas, consume espectáculos, consume cultura, consume
alienación informatizada, consume "días de la madre", consume
casamientos y divorcios pagos, consume navidad, consume ideas "fashion",
consume vacaciones guiadas, consume ídolos faranduleros convertidos en
estereotipos sociales de los jóvenes, consume individualismo
existencial, consume noticieros y programas de TV que esconden a los
dueños del poder, consume teorías y discursos que ocultan el origen de
la riqueza y la pobreza, consume información que tapa la explicación de
porqué tres mil millones de seres humanos viven en la pobreza o en la
indigencia extrema, consume el espectáculo de la riqueza (de la minoría)
que vive por los miles de millones que no consumen, consume y vota en
elecciones periódicas con políticos ofertados como un producto en la
góndola, vota y elige gobiernos títeres de los bancos y trasnacionales
que manejan la economía y el destino de la humanidad, consume y vota
encuestas orientadas a preservar la sociedad de consumo y la
"gobernabilidad" del sistema, vota, vota, y vive, en definitiva según
las sabias enseñanzas y directivas de "Gran Hermano" que le habla desde
las pantallas informatizadas del sistema capitalista globalizado.
F. Nietzsche: La voluntad de poder XII, n. 123:«El pensar no es para nosotros un medio para “conocer” sino para designar el acontecer, para ordenarlo, para volverlo manejable para nuestro uso: así pensamos hoy acerca del pensar: mañana quizá de otro modo».
No hay comentarios:
Publicar un comentario