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domingo, 10 de noviembre de 2013

OCCIDENTE VS RUSIA



Occidente-Rusia: cañoneo informativo

“La mano pesada de Rusia oprime a los vecinos”, “La situación en Rusia está próxima a una revuelta”, “Putin lucha con las organizaciones no gubernamentales, “Moscú debe reconsiderar los métodos de política exterior. 

Estos son algunos de los títulos de artículos de medios occidentales de la última semana.
El flujo informativo antirruso se activó tras la reciente victoria diplomática de Rusia en el caso sirio, aunque nunca se detuvo: la guerra fría en el campo informativo no cesó un solo día, señalan expertos.
La guerra informativa es un fenómeno tan viejo como el mundo. Aún los antiguos relataban detalles sobre las refinadas campañas propagandísticas con que los políticos de la antigüedad procuraban desmoralizar a los enemigos.
La Rusia de nuestros días, que ocupa la octava parte de la tierra firme y posee el segundo ejército más fuerte del mundo, también se ve obligada a combatir en el espacio informático. Sus principales enemigos son los llamados países de Occidente, sobre todo EEUU y Gran Bretaña. La campaña antirrusa constituye un intento de convencer a los rusos de la veracidad de las ideas beneficiosas para Occidente. Algunas de estas ideas son francamente falsas y absurdas, otras tergiversan los hechos reales. Estos infundios hostiles se introducen por los más diversos canales informativos. La idea central es simple. 
En Rusia todo es absolutamente malo: el presidente es un dictador revanchista, el Gobierno es inepto, la economía está en ruinas, etc., etc. Pero Occidente es infinitamente más desarrollado y civilizado. Allí hay más libertad, más orden, más dinero y hasta más bondad. Los productos occidentales son mejores que los nacionales y los políticos occidentales son más honrados e inteligentes que los rusos.
Si los cañones en las disputas entre las potencias mundiales más bien permanecen en silencio, pues el cañoneo en los combates informativos nunca cesa. Los hechos son los hechos: Rusia y la Unión Europea se encuentran en estado de guerra fría. La arena de la confrontación es bien amplia: Siria y los países que se encuentran en la encrucijada – la UE o la Unión Aduanera, y las divergencias en la comprensión de las libertades democráticas, dice el Gran Maestro Internacional y politólogo Alexéi Kuzmín:
Trazando paralelos con el ajedrez, los movimientos políticos reales se pueden comparar con las maniobras estratégicas, mientras que los ataques de los medios de comunicación social con las operaciones tácticas sobre el tablero de ajedrez. Uno de los principales postulados del ajedrez reza: “la táctica al servicio de la estrategia”. O sea que los ataques de carácter táctico deben llevarse a cabo en el marco de una línea estratégica general profundamente pensada. Esto lo saben perfectamente los adalides occidentales de las guerras frías. Y esa cierta disonancia existente entre el proceder en general moderado de los líderes de países y la desenfrenada campaña hostil en los medios no debe engañar a nadie. Son eslabones de un plan estratégico único lanzado en Bruselas por los estrategas washingtonianos con el apoyo en tal o cual medida de los actores europeos.
Merced a las exitosas operaciones tácticas en las partidas de ajedrez, a veces se logra corregir incluso serios errores estratégicos. Por eso no es de sorprender que tras el fallido intento de irrupción militar en Siria, que previno Moscú, los medios occidentales hayan lanzado sobre Rusia toda una serie de ataques masivos.
El aspecto psicológico es uno de los principales en el ajedrez. Al fin y al cabo, si usted mismo no confía hasta el fin en la justificación de los ataques en el flanco de la reina, nadie puede convencerle de lo contrario. Esta confrontación de caracteres comienza con el apretón de manos antes de la partida. Y continúa no solo durante el juego, sino también en la posterior conferencia de prensa. La intervención ante la prensa persigue la finalidad de convencer al adversario en las vanas pretensiones de ganar la partida, torneo o un campeonato mundial.
De modo que no tiene nada de sorprendente el hecho de que tras el triunfo diplomático ruso en Siria los medios occidentales se hayan acordado de los esquemas de presión mediática, estima el Gran Maestro Internacional y analista Vladislav Tkachiov:
Los esfuerzos de Rusia en la creación de la Unión Aduanera Euroasiática no es más que un “gambito”, es decir un sacrificio intencionado sin perspectiva alguna a favor de las ambiciones imperiales aún no sepultadas. Escándalo diplomático con Holanda, retorno a la vieja práctica de intimidación de la KGB, discrepancias con la Unión Europea, tentativa de chantaje, etc., etc. Bashar Asad es el peor de los males. Sus opositores – los luchadores por la libertad, Bruselas y Washington siembran exclusivamente el bien y los valores humanos universales. Salta a la vista el afán de convencer a los políticos rusos en la inconsistencia y absurdidad de la defensa de los intereses propios sobre el telón de fondo del consenso mundial ya alcanzado.
En el coro de voces antirrusas también se puede destacar cierto parecer equilibrado. Por ejemplo, el analista Roberto Toscano opinó en el periódico italiano La Stampa que el triunfo político de Putin en la historia con el arma química de Siria no es el único caso. Estos hechos deben ser contemplados como resultado de la estrategia política consecuente de Rusia. ¿Cómo Rusia puede recuperar su influencia y en qué grado son compatibles sus aspiraciones con los intereses de los europeos e italianos? - se pregunta Toscano. Y responde: el líder ruso es ambicioso, pero no sufre delirio grandeza. Putin subrayó que la diplomacia es el único método de defensa de los intereses y de mejoramiento de la imagen de su país.
En síntesis, cada uno decide por cuenta propia si debe creer o no en los opus de los “expertos occidentales de renombre mundial”. Y nuestros analistas recuerdan que el recrudecimiento de los ataques enemigos después de la partida es la mejor prueba de que en el tablero de ajedrez va todo bastante bien para nosotros.
Hegemonía de EEUU socavada por difusión mundial de fuerzas
El geopolítico y “halcón” norteamericano Zbigniew Brzezinski ya en edad avanzada constató el fin de la hegemonía global de EEUU. Pero EEUU sigue luchando por el liderazgo mundial con las mismas fuerzas y además con nuevos métodos.
En su intervención en la Universidad Johns Hopkins de Washington, durante la ceremonia de presentación de un libro sobre él, escrito por excolegas y estudiantes, el geopolítico inesperadamente puso en duda la causa de toda su vida: el afianzamiento de la hegemonía mundial de EEUU. En palabras de Brzezinski, el dominio de EEUU, que se prolongó por espacio de trece años desde la finalización de la guerra fría, quedó en el pasado y lo más probable es que no se restablezca en el futuro próximo.
El dominio de EEUU se desplomó por dos causas esenciales, dijo a La Voz de Rusia el director adjunto de investigaciones del Consejo de Política Exterior y Defensa, Dmitri Súslov. La primera, según él, es la vasta redistribución de la influencia política, económica y militar, iniciada a mediados de la primera década de los años 2000, generada por el auge dinámico de los nuevos centros de fuerza y el resurgimiento de los viejos:
- Países como China, India, Brasil, Turquía y Rusia comenzaron a crecer a ritmos muy rápidos, igual que las posibilidades de sus fuerzas de seguridad, incluidos el ámbito militar y la esfera político-diplomática. La segunda causa consiste en que EEUU cometió muchos errores. Ellos intentaron transformar la economía moderada de los tiempos de Clinton, de los años 1990, en una hegemonía rigurosa. Pero, de esa manera, solo aceleraron el fin de la hegemonía, por cuanto no consiguieron resolver las tareas planteadas por la administración Bush, suscitaron las protestas de muchos centros de fuerza del mundo, se pusieron en contra a gran parte de la humanidad y así socavaron sus propias posiciones. Por consiguiente, el derrumbe de la hegemonía norteamericana se produjo a finales de la presidencia de Bush hijo.
El dominio estadounidense siempre se ponía en tela de juicio. Muchos países o grupos de países desafiaban a EEUU a lo largo de las décadas posbélicas, recuerda el vicedirector del Instituto ruso de EEUU y Canadá, Valeri Garbúzov. El actual presidente Barack Obama reconoció la existencia de un mundo multipolar y la necesidad de tener en cuenta los intereses de otros actores de la política mundial. Esto prueba que EEUU acoge los cambios que se operan en el mundo. De todas maneras, aún no ha llegado la hora de hablar del ocaso del liderazgo norteamericano, estima Valeri Garbúzov:
- Si tomamos todos los indicadores económicos y los indicadores del poderío militar veremos que EEUU sigue dominando en el mundo y se afana en mantener su liderazgo. Pienso que lo conseguirá y que es prematuro hablar del dominio de EEUU en pasado.
Por otra parte, existe un factor fundamental que nivela en buen grado los esfuerzos de EEUU para retener las posiciones de liderazgo que aún conserva. 

Se trata, según Dmitri Súslov, de la difusión mundial de fuerzas. En las condiciones de globalización las fuerzas se distribuyen entre numerosos actores pertenecientes a estructuras estatales como no estatales. Entre estas últimas, por ejemplo, las organizaciones terroristas obtuvieron hoy grandes posibilidades que históricamente eran propias de los Estados. De tal modo, el propio medio internacional se comprime y cambia tanto, que hablar de cierta hegemonía de un país o incluso de varios en principio es imposible. 

La primavera árabe ha puesto de manifiesto los límites de la influencia de EEUU en materia de política exterior y el hecho de que Washington ya no es capaz de modelar los hechos en el mundo a su antojo.

Fuente
elespiadigital

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