España: El clamor contra el desahucio y el "genocidio financiero".
Una condena en vida. Así fue como el diario estadounidense The New York Times definió el sistema hipotecario español, uno de los más severos del mundo. El Código Civil establece que el deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros en caso de no poder hacer frente al pago de su hipoteca, ya que es una garantía accesoria que depende de la principal. Es decir, que si un acreedor saca a subasta la vivienda y obtiene por ella una cantidad inferior a la deuda que garantiza, el deudor no se libera. Sigue estando obligado al pago de la cantidad restante del préstamo y además, también debe hacer frente a las penalizaciones y a los costes judiciales, lo que provoca que muchos ciudadanos se enfrenten a una deuda en la que la bancarrota no es una respuesta posible.
Esta es una diferencia fundamental con otros países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania. Allí la vivienda, y sólo la vivienda, garantiza el pago de la cantidad hipotecada basándose en la figura de la dación en pago.
Según un informe del Consejo General del Poder Judicial, desde el inicio de la crisis se han efectuado 350.000 ejecuciones hipotecarias en España y las estadísticas indican que un 34% de los suicidios que se producen en el país son debidos a los desahucios.
"NO ES EL CAPITAL EL QUE CREA EL TRABAJO SINO, EL TRABAJO EL QUE CREA EL CAPITAL".
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