Las políticas de austeridad y la reducción de los fondos públicos para prestaciones sociales, está convirtiendo la pobreza en miseria. Así decía el año pasado el informe de la Fundación FOESSA. Sin tener ninguna esperanza en que la situación fuera a mejor, nos encontramos con que en el informe de este año, Cáritas denuncia que España es el segundo país de la UE con más pobreza infantil; y no solo es la infancia. Vergüenza y dolor es lo que siento, e indignación contra esta grave situación.
La reducción de las prestaciones sociales por parte del Gobierno y las medidas de austeridad aplicadas, son algunas causas de esta grave situación. España es el segundo país de la Unión Europea con el mayor índice de pobreza infantil, superada solo por Rumania, según revela el informe de Cáritas Europa, sobre el impacto social de las medidas de austeridad aplicadas en los países más golpeados por la crisis. «Las medidas de austeridad han fallado a la hora de solucionar los problemas y generar crecimiento», afirma el secretario general de Cáritas Europa, Jorge Nuño. El riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 29,9%.
No es solo Cáritas; también UNICEF maneja esas cifras. Durante la crisis, los niveles de pobreza infantil se han agravado y han cambiado los perfiles de los niños que la sufre. Un 19% de menores viven en hogares de cuatro miembros, que tienen unos ingresos anuales inferiores a los diez mil euros y cuatro de cada diez hogares con niños, no pueden afrontar gastos imprevistos, según el análisis del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en base a datos del INE y el Eurostat. La directora de Sensibilización y políticas públicas de UNICEF Comité Español, Marta Arias, indica que la pobreza se puede medir en términos monetarios o de una forma más amplia —desempleo o acceso a servicios básicos—. En cuanto a la pobreza «monetaria, hay un total de 2,5 millones de niños que viven en familias por debajo del umbral de la pobreza y teniendo en cuenta otros factores, son los 2,8 millones».
El año pasado, según el informe anual que elabora la Fundación Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (FOESSA), se habían alcanzado máximos históricos en desempleo y grandes aumentos de la desigualdad, mientras que los procesos de empobrecimiento y de inseguridad económica de los hogares españoles habían llegado a un punto de difícil retorno. Ahora, el informe Análisis y Perspectivas 2014, señala que todo ha ido a peor en ámbitos como el económico, la salud o la vivienda, resaltando que «las medidas de austeridad han generado más pobreza», consiguiendo que un millón y medio de hogares españoles sufran exclusión social severa.
Las personas en riesgo de «pobreza» o «exclusión socia»l son las que disponen de un 60% del ingreso medio del resto de la población —18.601 euros según Agencia Tributaria y 15.500 euros, según el Instituto Nacional Estadísticas—; las que tienen entre el 40% y el 50% son catalogadas como «pobres» y las que disponen de menos del 40% se encuentran en situación de «pobreza extrema». Así es como se encuentran al menos un millón y medio de hogares españoles, un 69,8% más que en el año 2007. Estas cifras sitúan a España, junto con Rumania, a la cabeza de los países con mayor índice de pobreza, seguidos por Bulgaria y Grecia. Parece como si el gobierno pretendiera situar a España, en los dos próximos años, en cabeza de la pobreza.
La situación que presenta Cáritas, por conocida, no deja de ser espeluznante. El gobierno rescata bancos —con al menos 41.300 millones— y para salvar de la quiebra a las empresas de autopistas, otros 3.900 millones. Los rescates, las políticas de austeridad y la corrupción económica, han produciendo el mayor empobrecimiento de la población. El porcentaje de hogares sin ingresos ha crecido, pasando de unos 300.000 a mediados de 2007 a casi 700.000 en 2013. Señala el informe, que con 2.600 millones de euros, se rescataría a estos hogares sin ingresos. Ha llegado la hora de que se rescate a las personas y no a los bancos y empresas.
El informe constata cómo el empeoramiento de la situación social en España se extiende a amplios sectores de la población. El grupo social con plena integración es una minoría, mientras que el espacio de la exclusión se ha intensificado hasta alcanzar al 25,1% de los hogares en 2013. Cerca de doce millones de personas (3,8 millones de hogares) están afectadas por distintos procesos de exclusión social. Las políticas de austeridad del gobierno de Rajoy, lejos de solucionar la situación, la ha empeorado y 4,4 millones de personas más, se encuentren afectadas por exclusión severa.
Si el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 29,9%, casi nueve puntos por encima de la media de la UE, otro de los sectores de población especialmente afectados por la crisis es el de las personas mayores, habiendo experimentado la pobreza entre ellas un aumento significativo, del 7% en 2008, al 10,6% en 2012. A esto hay que añadir, que en muchos hogares, son las pensiones de los abuelos los únicos ingresos de la familia. Con el PP hemos progresado.
Según Cáritas, la población española es de las más afectadas por la crisis económica. Mientras la tasa media de pobreza entre países comunitarios fue del 25,1% en 2012, España registró un 28,2%. 13 millones de personas se encuentran en situación de pobreza y el 12% que trabaja, no gana suficiente para escapar de la pobreza. Este en un país que, junto con Grecia, ha experimentado el mayor incremento del desempleo desde el inicio de la crisis —según la EPA más de 6 millones de desempleados—. Como consecuencia, muchos ciudadanos se han visto obligados a buscar trabajo en el extranjero, huyendo de la miseria que aquí se les ofrece. Negro futuro.
El informe hace alusión a la investigación —revista British Medical Journal— sobre los recortes en el sistema sanitario español, que a pesar de tener uno de los gastos sanitarios más bajos de la UE, ha visto disminuida su inversión, con el efecto negativo que esto conlleva ocasiona en la salud. España es una de las sociedades más desiguales de Europa y con un mayor empobrecimiento. Han aumentado los trastornos depresivos, problemas con el alcohol y los suicidios, que se han disparado desde el comienzo de la crisis. Según el INE, el número de fallecidos por suicidio aumentó un 11,3% durante 2012, elevándose a 3.539 casos, situándose en la tasa más alta desde 2005.
Si al principio eran más las personas inmigrantes las que acudían a los centros de asistencia social, desde 2010, es mayor el número de españoles que se acerca a ellos. Mujeres, parejas jóvenes con hijos y familias monoparentales que se encuentran en riesgo de exclusión social al quedarse sin casa ni ingresos. Esta situación marcará la estructura social española de los próximos años, mostrando «una tendencia que podría resumirse como de pobreza creciente y derechos menguantes», dice FOESSA.
Mientras los poderosos y corruptos destripan las arcas públicas y se llevan el dinero a Suiza, las políticas de austeridad han convertido la pobreza en un arma contra el pueblo. Montoro dice que el informe Cáritas «no se ajusta a la realidad» porque es «puramente estadístico»; lo dice él que tanta estadística saca a relucir. UNICEF también denuncia la pobreza y nuestra percepción también lo aprecia. La realidad es que con Rajoy en el gobierno, la pobreza infantil creció 4 puntos y 3 puntos la pobreza de las personas mayores. Mienten y nos vuelven a mentir
Los recortes en los servicios públicos de salud y dependencia y la reducción de prestaciones sociales, han dejado desprotegidos a los más vulnerables, abandonado a su suerte a la gran mayoría y esto no es puramente estadístico. Están haciendo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. El PP está aplicando su particular versión de la «Solución Final»: los enfermos crónicos, los dependientes, los jubilados, los pobres, marginados y excluidos serán los primeros; a falta de gas, austeridad.
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