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miércoles, 8 de octubre de 2014

JOSÉ DE RIBAS Y BOYONS, UN HÉROE RUSO



De cómo un español fundó Odesa, la Perla del Mar Negro

En ocasiones nos encontramos con historias perdidas, todas acompañadas de personajes que la historia no ha sabido recordar, en este caso hablamos de la española. Aquí pongo mi granito de arena para poner este trozo del pasado donde se merece.

Tal vez la palabra “Deribás” no te diga nada, es un término coloquial que hace referencia a algo de poca calidad, falsificando una marca. Su origen está en la calle Deribasovskaya, en Odesa (Ucrania), donde existe un famoso mercadillo dedicado a la venta de mercancías falsificadas.

Aunque después de este paréntesis, Deribasovskaya no suena a nada bueno, su origen se remonta al siglo XVIII y a un singular personaje que cambiaría la historia de Rusia:Ósip Mijáilovitch Deribás (Осип Михайлович Дерибас), y es que así conocían en Rusia aJosé Pascual Domingo de Ribas y Boyons, nacido en el Reino de Nápoles (vinculado dinásticamente a España) en 1749.


Todo comienza naturalmente con su padre, un barcelonés enviado a Nápoles para trabajar como cónsul de España, y que fue el Director de Ministerio de fuerzas navales y armadas napolitanas. Uno de sus hijo, José de Ribas, era de naturaleza aventurera y muy despierto. Comenzó la carrera militar (a la que dedicó toda su vida) a los 16 años y a los 20 ya era  mayor del ejército napolitano. Fue entonces cuando conoció a alguien que daría un giro a su vida. Oleksiy Orlov.
Orlov, un agente secreto ruso de misión en Italia había conocido al joven español, de Ribas le causó muy buena impresión por su educación e inteligencia, tanto, que le invitó a participar en servicio a Rusia. El mayor aceptó la propuesta. Pero, ¿qué hacía este señor en Italia? ¿Por qué le hizo tal propuesta? El hermano del agente era Gregory Orlov, uno de los amantes de Catalina II la Grande, zarina de Rusia. La emperatriz quería resolver de una vez por todas una curiosa intriga palaciega: traer a Rusia a la “bella impostora Tarakanova” que se estaba haciendo pasar por princesa de Rusia en círculos europeos, decía nada menos que era la supuesta nieta de Pedro I el Grande (nuca se supo si decía la verdad).
En ese momento Tarakanova se encontraba en Italia y Oleksiy Orlov sabía que de Ribas se movía bien en ese ambiente, así que le invita a que le ayude a pararle los pies. Se dice que le prepararon una ingeniosa trampa.
El agente secreto simula que ha caído en desgracia y que siente una profunda enemistad por Catalina II. Esto llega a los oídos de Tarakanova que pone atención porque buscaba influencias de peso para luchar contra la emperatriz. Así, deciden conocerse y tras jurarse apoyo mutuo y como si de un flechazo se tratara o por pura estrategia acuerdan la boda para unos días más tarde.
La boda sería en el buque de Orlov, que se encontraba anclado en el puerto de Livorno…  Había caído en la trampa y la pasión desaparece cuando la supuesta princesa vestida de boda es capturada en el barco (territorio ruso) y llevada hasta Catalina la Grande en San Petersburgo, donde moriría encerrada años más tarde…
Sin querer desviarme del tema, éste suceso cambió la suerte de José de Ribas, que además era caballero de Malta, muy reconocido en Rusia desde Pedro II. Todo le sirvió para ponerse al servicio del trono zarista empezando por ingresar como voluntario en la Flota del Mar Negro a los 23 años. Se le reconocía como iz ispánskij dvorián (miembro de la nobleza española). Parece ser que las artes de oficial no se le daban nada mal, aunque hablando ruso dejaba bastante que desear, a pesar de hablar 5 o 6 idiomas .
Después de participar y ayudar a ganar varias batallas, vuelve a San Petersburgo como capitán. Allí contrae matrimonio con la hija del que algunos consideran el “secretario personal” de la emperatriz Catalina. Va ganando en influencia y tras 9 años, en 1783, se pone al servicio del Príncipe Grigori Potemkin, el favorito y otro amante de la zarina. Parece que de Ribas se lo estaba montando muy bien aunque  dicen las malas lenguas que todos estos favores de la emperatriz no son casuales, según algunas fuentes en 1776 nació José I Sabir (Leyendo “Sabir” al revés tememos “Ribas”) hijo ilégitimo fruto de la relación entre el capitán español y la reina.
Con Potemkin (que da nombre al buque protagonista del clásico del cine “El acorazado de Potemkin”, pero de eso hablamos otro día), de Ribas viaja a Ucrania y su ayuda es esencial para la  conquista de la península de Crimea llegando al rango de brigadier. Más tarde una contundente victoria en la batalla naval del estuario del Dniéper le sirvió para ponerse al mando de un grupo de marineros, en su mayoría cosacos ucranianos, conocida como Flotilla de Lyman. Los cosacos eran conocidos por ser saqueadores de frontera y amantes del vodka, pero también excelentes infantes de marina, y así, bajo las órdenes del español, participaron activamente en la victoria en el asedio a la fortaleza deOchakiv lo que le valió el ascenso a general mayor.
Unos años después (1789), en una operación nocturna, toma la fortaleza turca de Jadzhibey (parece ser que en un cuarto de hora se apoderó de ella). Después reflotó algunos barcos turcos hundidos y formó la Flotilla a remo del Mar Negro. En 1790 contaba con 34 navíos a remo cuya misión era bloquear y 48 chaikas (chaika significa gaviota y eran botes cosacos ligeros) que asaltabanAleksandr Suvórov, conocido como uno de los generales que jamás perdió una batalla, dijo que con un buen regimiento José de Ribas podría conquistar Constantinopla.
Con esta flotilla, las iniciativas de José de Ribas y la ayuda de Suvórov, atacan y toman la fortaleza de Izmail en una auténtica masacre (murieron sobre 40.000 turcos). Todos los “méritos” se los lleva este último, aunque de Ribas es condecorado con una espada con diamantes y 800 siervos, casi nada. Sus acciones habían dado a Rusia el control de las puertas de dos de los principales ríos de Europa y provocaron temor en los británicos al creer que los rusos accederían también al Mar Rojo para seguir la batalla contra los turcos.
Después de más batallas y éxitos, en 1793, presenta ante la emperatriz el proyecto de una ciudad en las ruinas de la antigua Jadzhibey, ésta acepta, y el ya vice-almirante toma la influencia francesa y el ejemplo de Livorno, Génova y Nápoles y se pone manos a la obra. En 1794 es nombrado gobernador de la ciudad y Catalina II la bautiza comoOdessa en memoria de la antigua colonia griega Odissos que se asentaba en el lugar. Los primeros habitantes fueron cosacos, aunque muy escasos. Para atraer nuevos pobladores de Ribas declaró que los que se establecieran en Odesa no pagarían impuestos y se les darían tierras para construir sus casas. En 1799 la ciudad ya contaba con más de 4500 ciudadanos y con el tiempo Odesa se  convirtió en uno de los puertos más importantes del Mar Negro.
Con la muerte de la zarina, el nuevo emperador será Pablo I, que llama a San Petersburgo a de Ribas dándole el puesto de informador sobre asuntos de almirantazgo. Una de las iniciativas del nuevo emperador fue la creación del Ministerio de Montes, y sí, el primer Ministro ruso de Montes de la historia fue español y se llamaba José.
Tras ser nombrado almirante de la flota rusa una sombra se cierne sobre nuestro protagonista, es acusado de malversación de fondos del Ministerio a su cargo. No le gustó nada que le señalasen y planificó junto a otros un atentado contra el emperador que no dió resultado. Ajeno a estos planes, Pablo I le readmitió como informador y fue entonces cuando el español empieza a enfermar y delirar. Según cuenta la leyenda, los antiguos compañeros de complot, por temor a sus delirios le envenenaron para que nunca saliese a la luz lo que planeaban… el almirante José de Ribas murió en 1800. Su tumba semiborrada y a la intemperie está en el cementerio católico Smolenskoye en San Petersburgo y no hace justicia a la historia. Los odesitas reclaman el traslado del cuerpo a la ciudad ucraniana, pero el gobierno ruso hace oídos sordos.
En la actualidad, en Odesa  la calle Deribasovskaya, la principal arteria de la ciudad, hace honores al almirante desde 1811. Allí está su estatua (vista en 360º), pero nada de armas, “el padre” de la ciudad tiene una pala en una mano y un plano en la otra
En verano la calle se llena de apetecibles terrazas, restaurantes, tiendas de souvenirs… perfectas para descansar después de ver todo lo que nos ofrece la ciudad.
El gobierno soviético ha intentado en varias ocasiones cambiar su nombre por ejemplo a Fernando Lassal en 1920 (protagonista del movimiento obrero alemán) o a Valery Pavlovich Chkalov en 1938 (famoso piloto de pruebas, héroe de la Unión Soviética). Perolos odesitas se oponen y en 1941 vuelve a su nombre original. Por más de lo mismo tampoco quieren llamarla Odessa, en ucraniano es Odesa, que curiosamente coincide con la forma castellanizada del nombre.
Si José fue el nombre del fundador, Félix de Ribas, su hermano, también ayudó al desarrollo de la ciudad. En su origen, Odesa escaseaba en vegetación e inició una plantación regular para pintar de verde la ciudad. Los dos hermanos construyeron el parque que bordea la calle antes mencionada donde en la actualidad se pueden ver orquestas tocando, pintores, deportistas, etc. Ya que hablamos de familia, José de Ribas únicamente tuvo hijas. Por costumbre, las mujeres cuando contraen matrimonio también contraen el apellido de los maridos, así que la estirpe De Ribas ha ido borrando su nombre a lo largo del tiempo…
Gente como León Trotsky, uno de los organizadores de la Revolución Rusa de 1917,Dimitri Mendeléyev, creador de la tabla periódica, Piotr Ilich Chaikovski, famoso compositor ruso, o Alexánder Púshkin, gran poeta y novelista, han pasado y disfrutado de Odesa.
Hoy en día más de 1 millón de personas viven en la ciudad y es conocida por ser el puerto más importante de la independiente Ucrania. Otro día hablaré de todo lo que se puede ver en la Perla del Mar Negro.
Sólo para terminar, en la web oficial del almirante, La Casa de Ribas, puede leerse traducido del ruso: “La primera causa del aumento e incluso la existencia misma de Odesa fue el almirante Don José de Ribas. Su nombre debe seguir siendo inolvidable para nosotros“.
Fuente

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