El gobierno vende España al mejor postor…
En otros tiempos eso de “vender el país” era una forma de hablar, de expresar una traición. Ha tenido que llegar al gobierno un partido que se vende como patriota –al menos en tiempo de elecciones– para que esa expresión se convierta en desgraciada realidad.
El Gobierno de Mariano Rajoy está vendiendo buena parte de la herencia nacional para apuntalar las cuentas del Estado, intentando contener un déficit desmesurado.
Para hacer frente a sus dificultades financieras, el Gobierno está llevando a cabo la venta de cerca de la cuarta parte de su patrimonio público, unos 15.000 bienes de todo tipo: desde grandes edificios a fincas de gran valor ecológico, tal y como ha informado el diario francés Le Monde.
Este Plan se llevará a cabo en los ejercicios 2013, 2014 y 2015. Entre los activos públicos a liquidar, que abarcan desde importantes edificios de las más bellas calles de Madrid a terrenos no urbanizables junto a autopistas y vías ferroviarias, viviendas, oficinas, solares, locales comerciales, fincas rústicas, edificios industriales, garajes y trasteros, inmuebles asistenciales y edificios singulares. Una de las joyas de este gran mercadillo público de más de 15.000 propiedades es el edificio de la sede de la CNMV en el Paseo de la Castellana de Madrid y otra es el fabuloso dominio de la Almoraima, en Andalucía.
La Almoraima es una joya, única en Europa. Cubre más de 14.000 hectáreas y aproximadamente el 90% pertenece al parque natural de Los Alcornocales, uno de los ejemplos más espectaculares del bosque mediterráneo primario. Se extiende desde la punta de Tarifa, en la costa sur, hasta la Sierra de Grazalema, a unos cien kilómetros al norte, 170.000 hectáreas del parque que también cuenta con la mayor formación de alcornoques en la Península Ibérica. Ahora gracias a otro alcornoque va a pasar del dominio público al privado.
Y venderían hasta a su madre para permanecer en el sillón. Por una parte se hacen los ecologistas denunciando la política de los gibraltareños y por el otro venden un parque natural. Distinto rasero, señores y con la paradoja de que precisamente el peñón de Gibraltar es una de las estribaciones costeras de Grazalema, unidad a la que también pertenecen Los Alcornocales.
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