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jueves, 22 de agosto de 2013

LA DEUDA COMO SISTEMA



 

Oh Juremos con Deuda morir!!! 


La deuda… es como una gran aspiradora que succiona los recursos generados por el país, nacionales, regionales y provinciales, públicos y privados, que nos empobrece colectiva e individualmente.  

Cuidadosamente disimulada en su incidencia  es el principal determinante de nuestra economía real, responsable de los diferentes déficits públicos, del tipo de cambio, de la inflación, del deterioro del salario real de trabajadores y jubilados, de la pérdida de rentabilidad de las pequeñas y medianas empresas, de los esquemas tributarios, injustos y discrecionales, del colapso de nuestra infraestructura vial, ferroviaria y energética, del deterioro de la educación y salud públicas, de los ignominiosos índices de pobreza e indigencia. 


La “prioridad” del gobierno es pagar para “honrar” la deuda “eterna”,”perpetua” e ilegitima, a costa del sacrificio de sus compatriotas, de un sacrificio sin futuro.

La deuda parasita y destruye el esfuerzo nacional que sangra hacia afuera, hacia las arcas del capitalismo financiero internacional e impide la acumulación del ahorro nacional que financie las necesidades de un desarrollo nacional autónomo y planificado.

La deuda es también la causa subyacente de la corrupción de la democracia demo liberal y la descomposición de las instituciones republicanas, porque cada vez más se necesita, concentrar las decisiones en menos manos, de acuerdos cupulares y de una deriva autoritaria, para seguir sosteniendo el “sistema de la deuda” que nos impone la usura internacional y de un pueblo mal informado, desinteresado de la política, para desalentar su participación y que esta se reduzca solo a la emisión periódica de su voto que termina convalidando decisiones tomadas a sus espaldas, lesivas a su propio interés y el de la Nación.  

Es por esto que la deuda está ausente en la agenda publica, se oculta y se miente, y entonces el problema  adquiere ya dimensiones políticas, éticas y morales, no solo económicas.

La deuda externa es un instrumento de sujeción y sometimiento que utiliza el capitalismo financiero internacional, entre otras cosas para imponernos el modelo productivo hoy vigente en la Argentina sustentado en el “extractivismo”  ( agricultura química y el agro negocio, la megaminería a cielo abierto y la extracción de petróleo y gas no convencional por “fractura”que primeriza nuestra economía y nos coloca en la situación de país proveedor de materias primas y productos primarios de los mercados globales

La extracción desenfrenada de nuestros recursos naturales sin considerar los enormes impactos negativos sociales y ambientales, está destinada a producir una enorme rentabilidad que se apropian las corporaciones transnacionales que operan este negocio y que llamativamente son propiedad de los de los grupos financieros acreedores, dejándole al país una parte para poder atender los servicios de la deuda y con lo que sobra que cada vez es menos financiar el asistencialismo con el que tratan de contener la pobreza y la indigencia.

La deuda es un “sistema” que supedita toda decisión estratégica al poder del dinero y de la usura con la consiguiente pérdida de la soberanía nacional, hace inalcanzable la independencia económica porque impide la acumulación de capital nacional e inviable e impracticable la justicia social.

La deuda configura las nuevas formas de colonialismo en el siglo XXI que debemos reconocer y entender para poder luchar por nuestra emancipación, distinguiendo con claridad al enemigo principal: el capitalismo financiero internacional, convertido hoy en un “azote” global de los pueblos del mundo desde Islandia a Grecia pasando por Portugal, España, Italia, Túnez, Egipto, etc. No somos los únicos afectados.
                                              
                                    Dr. Antonio Merched Mitre


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