La historia nos muestra que los pueblos que no han sabido o no han querido luchar en la defensa de su identidad político-cultural han desaparecido de la faz de la tierra.
NUESTRA AMÉRICA
Los Datos
Hispano o Iberoamérica constituye un espacio geográfico continuo, que va desde Tierra del Fuego hasta más allá del Río Grande en México.Y decimos más al norte pues existen 40 millones de hispanoamericanos que habitan toda la franja sur de los Estados Unidos, desde Miami hasta California.Territorios que hasta hace poco más de un siglo pertenecían en su gran mayoría a México.A ello deben sumarse las grandes islas contigüas, como Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico.
Este enorme espacio territorial, aproximadamente 22 mil millones de km2 (como término de comparación Europa toda suma 5 mil millones de km2), es habitado en la actualidad (l999) por aproximadamente 400 millones de personas,las que poseen una lengua común el luso-castellano ( alrededor de 7 millones hablan, además,lenguas aborígenes).
Existe una religión común en la base que es la católica, hoy zapada por infinidad de sectas, la mayor parte de las cuales alentadas desde los Estados Unidos.Y por la desidia de la propia jerarquía eclesiástica, más ocupada en usufructuar los beneficios del poder político de turno que evangelizar,con el ejemplo, a nuestro pueblo.
Ha vivenciado en el curso de su historia un enemigo común: el anglosajón. Prueba de ello es la ocupación aún de parte de nuestro territorio (Belice, Islas Antillanas, Malvinas).
Ha tenido desde su Independencia un proyecto de unidad política que todavía no ha podido realizar. Desde Bolivar y San Martín; pasando por Morazán y Sandino y terminando con Vargas y Perón. Este proyecto de unidad americana es su ideal irremplazable.
Pero, claro está,en el curso de su historia su enemigo común: el anglosajón – a través de Inglaterra primero y EEUU después -ha siempre intentado quebrar la unidad política regional. Su método fue siempre, el mismo que aplicó Zeus en el Olimpo: Dividir para reinar.
la propuesta
Han existido y existen cientos de trabajos sobre el tema de la integración política hispanoamericana,los que básicamente pueden resumirse en la:Constitución de una Federación de Estados iberoamericanos;con una sola moneda; con una economía regional autocentrada; con un parlamento común; con una Corte Suprema de Justicia; con un sistema ferro-vial-aéreo compatible;con un comando militar conjunto; con un sistema de información autónomo.
Han existido en nuestra historia una veintena de proyectos de integración regional.Desde la Federación Centroamericana de Morazán (l830), pasando por el ABC (l948) hasta,hoy, el Mercosur (l994). Todos han sido abortados. Pero, ¿acaso existe un designio metahistórico que nos permita colegir que no podemos realmente unirnos? Creemos que no. Creemos que la unidad es posible,lo que ha sucedido hasta ahora es que los intereses que se oponen a dicha unidad son más fuertes que la voluntad de constituirla.
Cómo realizarla
Debemos partir del principio: las cosas grandes nacen grandes. La experiencia de dos siglos, desde la Carta a los Españoles de América de Juan Pablo Viscardo(l792) hasta el presente, nos muestra que las pequeñas integraciones regionales fueron siempre esfímeras y se mostraron, en definitiva, ineficaces.
Nunca se pudo pasar de una integración bi-nacional a una regional ni de ésta a una continental.
Nosotros tenemos que partir de una integración continental.Existe desde México (l991) una Cumbre de Mandatarios Iberoamericanos que se viene reuniendo regularmente. Y, si bien es cierto, que estas sucesivas Cumbres son más declamatorias que operativas, este es un primer paso de medida continental que no debe desaprovecharse.
Esta Cumbre debe crear una Corte Suprema de Justicia Iberoamericana a la que se sometan los grandes temas: Cuestiones de límites, guerra y comercio entre los estados miembros. Tendrá como primer acto la creación de toda “la ingeniería política” que fue hasta ahora es la que trabó todos los proyectos, para el funcionamiento eficaz de la Federación.
El Futuro
Ciertamente que no le corresponde a la filosofía ocuparse del futuro, pero con los datos que tenemos algún tipo de prospeciva política podemos colegir.
Desde siempre el hombre ha esbozado tesis sobre lo por-venir,y desde siempre se viene equivocando,pero a partir de la caída del Muro de Berlín(l989) estas tesis de han multiplicado por doquier:
-Fukuyama proclama el fin de la historia con el triunfo planetario del capitalismo liberal.
-Bush laza la tesis del nuevo orden mundial que lo tiene como scheriff de la gran aldea planetaria.
-Huntington sostiene que las querellas actuales son periféricas a Occidente y finalmente serán sometidas por éste.
-Los pensadores del stablishment (Derrida,Finkielkraut, Eco,Habermas,Savater et alia) sostienen que estamos mal porque no acabó de cumplirse el proyecto de la Ilustración.Y sus imitadores “telúricos”(Sebreli,Grondona,Aguinis,Massuh et alia) se desgañitan reivindicando las tesis de Kant: su cosmopolitismo y su paz perpetua.
Y nuestros gobernantes, excepción hecha de Castro,continuan enamorados del recetario neo-liberal como la panacea de la humanidad.No importa que el 60% del producto bruto de Iberoamérica se gire anualmente hacia los centros de poder mundial; que se cierren las puertas de los grandes mercados a nuestros productos aduciendo falsas razones; que se subsidien los productos que nos importan compulsivamente; que , en definitiva, nos transformemos en una colonia continental como no hay otra en el mundo, con el cúmulo de injusticias flagrantes que eso conlleva.
Lo importante tanto para los teóricos cipayos como para nuestros gobernantes – el entreguismo filosófico no es sino correlato del entreguismo político- es que se conserve la mascarada democrático-liberal que nos han impuesto como modelo.
Alberto Buela
Leer artículo completo http://contextogeopolitico.wordpress.com/2012/11/21/nuestra-america/#more-543
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