¿El triunfo de los «antisistema»? ¿Un golpe de Estado? No, señores, no. La cosa es mucho más sencilla: bastaría con la recuperación por parte del pueblo de su soberaría hurtada y una reforma en profundidad de la Constitución de 1978.
De
verdad que no podemos esperar más. Las medidas aprobadas
por el gobierno de Rajoy con recortes salvajes,
lejos de ser beneficiosas para salir del pozo profundo en el
que nos encontramos, nos aclaran perfectamente las intenciones
de este lacayo de Bruselas que, para tapar su falta de valor
castiga, al pueblo, como si éste fuese el culpable del
desaguisado, cuando aquí no hay más culpables
que los beneficiarios de los partidos partidos que durante mas
de treinta años se han repartido el poder.
En ese tiempo, que nos ha parecido una eternidad, aprovechándose
de la ignorancia y la buena fe de la gente sencilla, se han
dedicado al saqueo, la prevaricación, la estafa, la apropiación
indebida, la utilización de las Cajas de Ahorro en su
propio beneficio, la manipulación de los medios de comunicación,
la corrupción urbanística a medias con constructores
faltos de escrúpulos, la vida de relajo y holganza disponiendo
de las mesas más copiosas en los restaurantes de lujo,
la satisfacción de la desenfrenada lujuria en los lupanares
más caros, la utilización indiscriminada de las
tarjetas de crédito con cargo al organismo público
al que representasen, la financiación irregular cuando
no claramente delictiva, la creación de empleo público
para los compañeros de viaje, el uso y disfrute de impresionantes
vehículos registrados a nombre de ministerios, autonomías,
diputaciones y ayuntamientos, la presencia de cientos de «embajadas»
pertenecientes a las autonomías, las subvenciones a manos
llenas a extraños círculos sin otro criterio que
el de la afinidad ideológica de la entidad subvencionada,
el mantenimiento de miles de liberados sindicales que no hacen
otra cosa que acudir a las manifestaciones y huelgas, permitir
casos como Gürtel, los EREs fraudulentos y un largo rosario
de latrocionios sin un mínimo de castigo castigo y sin que se
haya devuelto un solo céntimo a las arcas del Estado.http://www.patriasindicalista.es/ps_0379.htm
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