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lunes, 16 de agosto de 2010

DIONISIO RIDRUEJO


                   D.Ridruejo,S.Dalí,LM.Dominguín,Jean Cocteau,M.Utrillo                 

Empecemos por el retrato novelesco: Dionisio Ridruejo aparece con 30 años justos, delgado, soñador, 'angry young', enamorado de una dama inaccesible que le escribe cartas apasionadas, enredado al mismo tiempo con otra mujer (alemana, rica y casada), confinado a un pueblo andaluz por el Gobierno de los que se suponía que eran los suyos, trabado en mil lecturas... Y fascista aún.

Ésa es una de las primeras imágenes del escritor y pensador que aparecen en La vida rescatada de Dionisio Ridruejo (Anagrama), la biografía que Jordi Gracia, catedrático de la Universidad de Barcelona, ha escrito para un hombre cuyo epistolario ya editó en 2007 (El valor de la disidencia; Planeta).
Muy en resumen: la historia de Ridruejo que relata ahora Jordi Gracia es la del chico especial que acompaña a José Antonio en los primeros tiempos de la Falange. Poco después, el muchacho, demasiado idealista, cae en desgracia en el primer franquismo. Eso lo lleva a un largo viaje ideológico hacia la socialdemocracia que lo convierte en un héroe de la disidencia democrática en la dictadura.
Ridruejo fue el primero en entender cómo debía ser la Transición; también fue el que más sacrificó para reconciliar a los que habrían de ser sus actores (exilio interior y exterior; liberales y obreristas...). Pasó por la cárcel, se alejó de sus hijos, tuvo que pedir dinero para sobrevivir y vivió enfermo toda su vida adulta. En verano de 1975, Ridruejo murió un par de meses antes que Franco.
Demasiado literario como para no pensar en Ridruejo como en un personaje de novela. Como un Lord Jim, por ejemplo, que arrastra un pecado original (el fascismo de juventud) y después consume su vida hasta redimirse. ¿Algo de eso hay?
"Desde luego que sí", contesta Jordi Gracia. "A mí lo que me pierde del personaje es la tenacidad inútil, la perseverancia en la lucidez una vez descubierta, la integridad en la conducta pública y privada, el afán de reparar sin demasiado éxito, pero convencido de que algunos más tenían que aliarse con él en la misma ruta de redención...".
En su biografía aparecen todos los ridruejos, empezando por el entusiasta joseantoniano que en 1939 entra en Barcelona triunfal. ¿Era aquel muchacho un falangista distinto? "Su diferencia mayor era la radicalidad ideológica, la habilidad demagógica (por inmadura) y la hechura lírica del sujeto: es un caballero medieval en pos de un ideal político y también amoroso. Ambas conquistas se funden en un patriotismo idealizado en un lenguaje de poeta enfebrecido y se ejecutan por vía totalitaria. Un engrudo realmente temible".
Pero ése es sólo el punto de partida para un artista casi adolescente que viajará por la Unión Soviética con la División Azul y a la Alemania nazi con Serrano Suñer ("Debió entender mejor lo que ocurría; seguramente no quiso... Pero era un totalitario entonces, y lo era sin resquicio"), descubrirá el desencanto primero y se revelará contra la mediocridad nacional-catolica después.
Y al cabo, el descubrimiento de la democracia: "No hay caída de caballo en Ridruejo sino decepción con el franquismo, primero; desinfección ideológica del fascismo, después; y, por fin, la conquista de la racionalidad crítica. El hilo es una vocación política de carácter social que descubre la virtud de la lentitud pactista de la democracia frente a la destructiva velocidad totalitaria. Su formación liberal, sus lecturas de d'Ors, Ortega, Machado, Juan Ramón, Montaigne y Baroja se rehabilitan desde los años 50, cuando no queda fe ni en Franco ni en la Falange, pero sí en la racionalidad", explica Gracia.
Queda también la literatura. ¿Merece la pena seguir leyendo los textos de Ridruejo, a los 30 años de su muerte? "Es espléndido: hoy tenemos primorosamente editadas por Jordi Amat Casi unas memorias, que es uno de los títulos mayores del memorialismo español. Si no lo quieren leer como poeta, no lo hagan, no vale mucho la pena. Pero la guía Castilla la Vieja es una fiesta continua y feliz. Y Escrito en España, que es el mejor análisis sociológico y político que un protagonista de la guerra ha hecho sobre la guerra y el franquismo: acertó prácticamente en todo, y nuestra democracia es más o menos la que pronosticó en 1962".Luis Alemany
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/02/cultura/1230910115.html





























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